Por: Issa Luna Pla y Sergio López-Ayllón
Ilustración: Víctor Solís, cortesía de Nexos
Un discurso totalitario elimina la alteridad y sus manifestaciones. Esta es una historia bien conocida, así como sus recursos y antídotos. Una buena parte de la construcción histórica de la libertad de expresión responde justamente a estas condiciones. Pero el nuevo entorno tecnológico desafía esas herramientas y nos enfrenta a situaciones inéditas. Las leyes de imprenta, de radiodifusión o de telecomunicaciones, los derechos de acceso a la información y de protección de la privacidad no alcanzan a frenar el fenómeno, ni siquiera a rozarlo. El mismo texto constitucional es insuficiente para limitar y sancionar el comportamiento del gobierno en redes sociales y aún en las conferencias de prensa. Necesitamos con urgencia nuevas conceptualizaciones y procedimientos que protegen la libertad en los complejos años por venir.
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