Por: Luis Gutiérrez
Ilustración: Víctor Solís, cortesía de Nexos
Debemos tener en mente que el derecho simplemente formaliza mediante instituciones ciertas prácticas sociales, por lo que resulta insuficiente para modificar por sí mismas las instituciones que crea y las prácticas que replica (esto para nada es un llamado a abandonarlo como herramienta de cambio). Por lo tanto, el combate a la corrupción y la impunidad debe trascender el entendimiento tradicional, basado únicamente en instituciones jurídicas. Es aquí donde se vuelve cada vez más necesaria la movilización social: una academia que arroje luz sobre futuros posibles, un periodismo que denuncie pasados inaceptables y un activismo que materialice estas demandas en el presente, todos bajo una gran participación ciudadana que exija de sus autoridades una mejor realidad de la que existe.