Por: Paloma Villagómez Ornelas
Ilustración: Kathia Recio, cortesía de Nexos
El argumento de la familia como su propia institución de seguridad social suena bien, nos hace ver fraternos, generosos. Y tiene un correlato de verdad, a no dudarlo. Frente a las crisis la familia suele abrir los brazos y brindar apoyo. Varios procesos sociales complejos como la movilidad social, la urbanización o las migraciones, están anclados en los vínculos familiares. La sociología y la antropología han mostrado que por las redes de apoyo familiar circulan afecto, bienes, servicios, dinero, favores e información que promueven el bienestar de las personas. Pero también han mostrado que el éxito de estos procesos nunca ha dependido enteramente de la familia, sino de su capacidad para movilizar sus recursos en el entorno social, económico e institucional con el que interactúa.
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