Recientemente dos mujeres estadunidenses cometieron "una grave falta" que indignó a su país entera y al mundo: discriminaron racialmente a la aún primera dama, Michelle Obama. Le dijeron "simio con tacones". La condena no quedó en señalamientos y críticas. Pamela Ramsey Taylor y Beberly Whaling se vieron obligadas a dejar sus respectivos trabajos, la primera como directiva de Clay County Development Corporation; la segunda como alcaldesa del Condado de Clay. Según millones de personas de todo el mundo -que se manifestaron a través de redes sociales-, el cese de las funcionarias "ha sido lo menos que merecían".
Escuchemos a Ricardo Alemán, autor de Ia columna Itinerario Político.