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David Cameron, primer ministro británico, cometió un error al buscar resolver divisiones internas del partido conservador con un referéndum que sabía que iba a ganar. El electorado inglés votó por la salida de Europa por razones migratorias, en segundo lugar en repudio a cinco años de política de austeridad y finalmente por esta sensación de fracaso de crisis sucesivas que ha padecido Grecia entre otras.
Ésta es la opinión de Jorge Castañeda, editorialista de Milenio.
