La industria de autopartes de Estados Unidos podría perder hasta 50 mil empleos si se pone fin al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), de acuerdo con un estudio del Boston Consulting Group, financiado por la Asociación de Fabricantes de Motores y Equipos (MEMA, por sus siglas en inglés).
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Además, terminar el tratado resultaría en una reversión completa de los aranceles bajo las normas de la Organización Mundial de Comercio (OMC), por lo que, según el estudio, a México y Canadá les iría mejor, ya que ambas naciones ya cobraban aranceles más altos que Estados Unidos, y regresarían a esos niveles.
Asimismo, sin otro incentivo comercial para ensamblar en Estados Unidos que el de evitar el arancel de 25 por ciento en camiones, la producción completa de vehículos migraría a países de costos bajos, como China, según expertos del sector.
La pérdida de puestos sería de entre 25 mil y 50 mil si las negociaciones llevan a requerimientos por contenido de América del Norte y específicamente Estados Unidos, según el estudio.
Los negociadores del TLCAN enfrentan nuevas y difíciles demandas de parte de Estados Unidos para que incrementen el contenido regional para autos a 85 por ciento desde 62.5 por ciento, con un 50 por ciento desde Estados Unidos.
Las demandas de reglas de origen están entre las muchas condiciones que la Cámara de Comercio estadunidense ha calificado de "propuestas de píldora envenenada" que amenazan con torpedear las negociaciones.
El estudio de autopartes fue realizado antes de que se revelaran esos objetivos. Actualmente, la industria estadunidense de autopartes emplea a cerca de 870 mil trabajadores
Elevar los umbrales de contenido automotor y obligar a los fabricantes a verificar el origen norteamericano de más electrónica y otras piezas actualmente producidas en Asia, llevaría a algunos manufactureros a renunciar a los beneficios del TLCAN, según Ann Wilson, vicepresidenta senior y jefa para asuntos de gobierno de MEMA.
En cambio, las empresas podrían despachar más productos desde países de bajos costos fuera de la región, pagando aranceles estadunidenses de entre 2.5 y 5.0 por ciento.
GGA