Una vez que los acreedores de AHMSA aceptaron el plan de pagos, un juez dictaminó este lunes el término del proceso de suspensión de pagos, con el cual la siderúrgica prevé una posición financiera más flexible para incursionar en mercados de valor agregado en acero.
La empresa podrá acceder a financiamiento y asociaciones estratégicas para soportar los programas de desarrollo, principalmente aquellos proyectos que suman valor agregado al acero, para fortalecer su posición en la demanda de sectores como el automotriz, de energía e industria especializada, sostuvo.
En un comunicado, AHMSA informó que el juez Primero Civil con sede en Monclova, Coahuila, Juan Carlos Carranza Leija, dictaminó el término del proceso de suspensión de pagos tras 17 años de estar en esta condición.
En una asamblea, el pasado 18 de abril 75 por ciento de los acreedores reconocidos aprobó el plan de pagos de AHMSA, en el cual un plazo máximo de tres años los acreedores recibirán el total de los adeudos reconocidos por mil 700 millones de dólares.
La mayor parte de los acreedores acordaron intercambiar casi la mitad del monto global del débito por acciones de la empresa y recibirán pago en efectivo por el remanente, lo que reducirá sustancialmente los pasivos finales de la siderúrgica, para situarlos en el orden de 400 millones de dólares.
Al término del proceso, AHMSA destacó que se comprueba la efectividad de la Ley de Quiebras y Suspensión de Pagos, ya que permitió resolver la complicada situación de la empresa en medio de la crisis financiera global de fines de la década de los 90 e hizo posible conservar una fuente de 20 mil empleos directos con peso decisivo en la economía del Estado de Coahuila.
A la vez se concretaron programas para fortalecer industrial y financieramente a AHMSA y sus subsidiarias, como el Proyecto Fénix, que representó una inversión de 2 mil 300 millones de dólares con recursos propios.