Los intentos de la administración del presidente Donald Trump por bloquear una nueva ley a favor de los inversores probablemente no impidan que la industria cambie hacia un modelo de negocios en el que los asesores pongan en primer lugar los intereses de sus clientes.
Cuando el Departamento del Trabajo de EU (DOL, por su sigla en inglés) dio a conocer el año pasado una regla fiduciaria que obliga a los asesores de jubilación a anteponer los intereses de sus clientes a los suyos, muchos inversionistas quedaron sorprendidos al descubrir que ese no era un requisito para todos los asesores.
En ese momento era ampliamente desconocido que si bien se requería que la actuación de los asesores registrados en la Comisión de Bolsa y Valores fuera en el mejor interés de sus clientes, a quienes trabajaban para corredores de bolsa solamente se les exigía dar una asesoría de inversión adecuada para sus clientes.
La regla debería entrar en vigor el 10 de abril, pero ahora está en peligro, pues en febrero Donald Trump ordenó una revisión. Independientemente de su destino, los expertos de la industria creen que será difícil revertir el impacto que ya tuvo en el mercado de jubilaciones. Los inversionistas son más conscientes de lo que significa para los asesores actuar como fiduciarios, lo que significa que trabajan en el mejor interés de sus clientes, y muchos de ellos invirtieron una cantidad importante de recursos para cumplir con los requisitos.
“La expectativa de que se cumpla con los mejores intereses de los clientes está aquí para quedarse. Va a ser difícil dar marcha atrás”, dice Kenneth Laverriere, socio del grupo de compensaciones, gobernanza y retiro del bufete de abogados Shearman & Sterling.
Los asesores ya gastaron una suma considerable de dinero preparándose para cumplir con la nueva ley, dice Laverriere. Espera que los cambios operativos y estratégicos que los asesores pusieron en marcha se “probarán en el mercado comercial y tendrán un empuje competitivo”, con implementación o sin ella.
En febrero, Trump ordenó al Departamento del Trabajo de EU revisar la norma para evaluar si llevará a mayores costos para los inversionistas y aumentará el número de litigios para los asesores. Como respuesta, el DOL ofreció retrasar la implementación hasta junio. Los políticos demócratas afirman que las reformas propuestas son una “solución responsable” para el problema de asesores financieros “sin escrúpulos”.
Citan una estimación de la administración Obama y dicen que la asesoría en conflicto cuesta a los miembros del plan de jubilación alrededor de 17 mil millones de dólares al año. Señalan que el DOL diseñó la regla después de “un proceso exhaustivo, transparente y de varios años”, incluyendo seis años de investigación en el que se tomaron en consideración más de 300 mil comentarios.
La Consumer Federation of America, un grupo de cabildeo, anunció la promulgación de las reformas el año pasado como “el avance más significativo en la protección al inversionista para las familias de clase trabajadora y jubilados en al menos una generación”. Las estructuras de honorarios de los asesores, que se basan en comisión, una tarifa fija o una combinación de ambas, y los costos involucrados estarán entre los principales factores que se van a evaluar si los asesores trabajan en el mejor de los intereses de sus clientes. Los asesores pueden estar abiertos a litigios si se considera que sus estructuras y costos de honorarios van contra el mejor de los interés del cliente.
Morgan Stanley, Wells Fargo, Edward Jones, Raymond James y Ameriprise se encuentran entre los corredores de bolsa que dijeron que utilizarán la exención de la regla del DOL para permitir que los asesores actúen como fiduciarios mientras que también cobran la comisión. Por el contrario, Merrill Lynch, JP Morgan Chase, Capital One Investing y Commonwealth Financial Network dijeron que prohibirán inmediatamente las comisiones en las cuentas de jubilación.
Las promesas de campaña de Trump incluyen revertir las regulaciones financieras, lo que llevó a la especulación de que la regla fiduciaria era vulnerable. Una encuesta que realizó en enero el gestor de activos Fidelity, antes de que Trump ordenara la revisión, mostró que muchos asesores estaban en etapas avanzadas de su preparación para cumplir con ella. De 323 asesores encuestados, 44 por ciento aseguró que se llevaban a cabo las medidas para el cumplimiento a pesar del posible aplazamiento. Poco menos de 20 por ciento afirmó que está en camino de cumplir, pero a un ritmo ligeramente más lento. Solamente 1 por ciento respondió que detuvo por completo sus planes para cumplimiento, mientras que 14 por ciento dijo desaceleró significativamente.
Patricia Brennan, presidenta y directora ejecutiva del corredor de bolsa Key Financial, dice que su compañía continúa con los planes de cumplimiento, incluyendo el cargo de una tarifa fija. Hicimos que fuera una prioridad volver a equilibrar cada cartera de clientes minoristas antes del 10 de abril... hasta que podamos determinar esto a largo plazo”, dice, y agrega que su compañía dedicó tiempo explicando la nueva regla y su posible impacto para los clientes.