A pesar de que la industria generó dos de cada tres empleos en los primeros ocho meses del año, la producción no reacciona y ésta se mantiene como el componente de la economía con el menor ritmo de avance, afirmó la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin).
De acuerdo con cifras del Inegi, de enero a agosto la actividad económica generó cerca de 552 mil empleos, de los cuales la industria aportó 69 por ciento.
No obstante, en el acumulado de los primeros siete meses del año, la producción industrial registró un avance de 1 por ciento, cifra menor al 1.6 por ciento del mismo periodo del año anterior, indicó la Concamin en su análisis sobre el sector denominado Pulso industrial.
En julio, y con base en cifras desestacionalizadas difundidas por el Inegi, la producción fabril reportó un crecimiento de solo 0.7 por ciento respecto al mismo mes del año anterior, lo cual representa el segundo más bajo en los últimos 16 meses.
El organismo que encabeza Manuel Herrera Vega afirmó que detrás de los resultados anteriores están los problemas que afectan a la industria minera, que tiene 16 meses consecutivos a la baja, y las dificultades que han frenado el avance del sector construcción, que impiden a la industria manufacturera acelerar el paso.
El menor dinamismo de la actividad fabril estadunidense y el aumento en la competencia con productores chinos por dicho mercado, ha disminuido la contribución del motor externo al avance de la industria y la economía, explicó el organismo.
Indicó que la mejor opción para revertir la creciente polarización de la planta productiva consiste en combinar el fortalecimiento del mercado interno, el cual es el destino natural de la oferta de la mayor parte de los componentes de la planta productiva, con la articulación de una estrategia eficaz y oportuna que impulse la modernización del sector industrial, particularmente de las empresas de menor tamaño.
Agregó que eso debe ser acompañado de un programa de impulso a la integración de cadenas productivas que permita elevar el contenido nacional en la oferta industrial, así como articular de nueva cuenta las cadenas de valor y sustituir competitivamente oferta importada.