El grupo francés PSA (Peugeot) Citroën confirmó la compra del fabricante alemán de automóviles Opel, filial europea de la estadunidense General Motors (GM).
La compra se realizó a través de un acuerdo entre las dos compañías, el cual incluye el conjunto de actividades de automóviles de Opel y Vauxhall, que comprenden seis fábricas de montaje y cinco fábricas de producción de piezas, un centro de ingeniería y alrededor de 40 mil empleados. PSA se unirá al banco francés BNP Paribas en la operación.
El acuerdo, valorado en 2 mil 200 millones de euros (2 mil 330 millones de dólares), sella la salida de General Motors de Europa, quien se ha visto presionado por los inversionistas para deshacerse de ese negocio y centrarse en aumentar la rentabilidad, en lugar de perseguir el primer puesto de ventas global que actualmente ostenta Volkswagen.
TE RECOMENDAMOS: Pemex va por más gasolineras en Estados Unidos
Con la compra, PSA superará a su rival doméstico Renault, y se convertirá en el segundo fabricante de automóviles de Europa por ventas, con una participación del 16 por ciento, detrás del 24 por ciento de Volkswagen.
El acuerdo es un "punto de inflexión" para PSA, dijo el director general del grupo, Carlos Tavares. Por su parte, su homóloga en General Motors, Mary Barra, señaló que es una "victoria" para las dos partes.
Ante la preocupación por una posible pérdida de empleos en varios países, Tavares prometió que se respetarán los compromisos existentes entre General Motors y sus trabajadores.
General Motors mantendrá su centro de fabricación de Turín, en Italia. Los dos grupos, que ya habían colaborado en el pasado, seguirán haciéndolo en tecnologías para autos eléctricos y mantendrán los acuerdos de suministros vigentes para algunos modelos Buick.
La compra supone un importante cambio para PSA, que hace tres años tuvo que ser rescatada por inversionistas chinos y el gobierno francés. Tavares espera aprovechar su éxito en PSA para lograr ahorros similares en Opel, recortando costos a escala y mejorando el aprovechamiento de las fábricas.
Las acciones de PSA subieron en las cotizaciones, lo que sugiere que los inversionistas valoran que el acuerdo es positivo para los intereses de la automotriz.
Para General Motors, la operación parece indicar que Barra decidió priorizar los beneficios por encima de la cuota de mercado. El grupo no lograba cerrar un ejercicio en positivo en Europa desde 1999.
"Esta fue una decisión difícil para General Motors pero estamos unidos en la creencia de que es la correcta", dijo a reporteros en París.
Barra explicó que la relación con Opel-Vauxhall se habría roto en 2016 de no ser por la decisión de Gran Bretaña de abandonar la Unión Europea, que devaluó el valor de la libra.
Se espera que el acuerdo, que está sujeto a la aprobación de los reguladores, se apruebe a finales de año.
GGA