Durante el segundo trimestre del año, Nuevo León ocupa la quinta posición entre las entidades federativas que reportaron deuda de corto plazo quirografaria por un monto de mil 695.0 millones de pesos, además, destaca entre los estados con un gasto corriente elevado, debido a que tiene fuertes presiones relacionadas con el pago a proveedores y contratistas, señaló la consultoría en finanzas públicas, Aregional.
Advirtió que se debe de poner atención si se continúa contratando este tipo de deuda de manera recurrente, porque puede llevar a un problema serio de financiamiento.
La consultoría refiere que al cierre del segundo trimestre del año la deuda directa total de corto plazo de las entidades federativas registró un saldo de 21 mil 925.2 millones de pesos.
Estos recursos fueron registrados por 21 estados, dos más que el trimestre inmediato anterior.
El 74 por ciento de dicho saldo total se concentró en nueve entidades federativas: Baja California, Chihuahua, Michoacán, Quintana Roo, Nuevo León, Jalisco, Durango, Sonora y Nayarit, entidades que tienen los mayores montos reportados al registrar saldos superiores a los mil millones de pesos.
“Dado que fueron 21 estados que registraron saldo de financiamiento de corto plazo y nueve de éstos tienen saldos superiores a mil millones de pesos, al segundo trimestre del año se debe poner atención si se continúa contratando este tipo de deuda de manera recurrente, porque puede llevar a un problema serio de financiamiento”, alertó la consultoría en finanzas públicas.
Recordó que la Secretaría de Hacienda tiene a tres de estos estados en semáforo amarillo, por el incremento que ha tenido este tipo de endeudamiento en relación con sus ingresos totales, lo que se debe principalmente a la caída de los ingresos de las entidades por la crisis económica generada por la pandemia del covid-19.
En este contexto, dada la elevada incertidumbre económica que se observa, tanto a nivel nacional como internacional, es recomendable que los gobiernos estatales hagan serios esfuerzos por controlar sus gastos corrientes con el objetivo de generar suficiente ahorro interno que les permita enfrentar la disminución de las transferencias federales, para que no tengan que recurrir a financiamiento crediticio más frecuentemente, lo que ya está afectando los niveles de riesgos de algunos de ellos.