A las afueras del desierto de Nevada, Tesla, compañía fabricante de autos eléctricos, construye la fábrica de baterías más grande del mundo. Se calcula que esta kilométrica Gigafábrica incremente la demanda del litio, materia prima de las baterías que usan la mayoría de los autos eléctricos.
Pero la compañía no ha anunciado ningún acuerdo de suministro con las grandes productoras, lo que pone en duda la fuente del ligero material que Tesla y su socio Panasonic necesitan para empezar la producción en 2017.
Se espera que la Gigafábrica suministre baterías para los 500 mil autos y casas que Tesla quiere producir para finales de la década. Al suministrar sus propias baterías, el costo de kilovatios por hora disminuirá en más de 30 por ciento, algo crucial para el consumo masivo de vehículos eléctricos.
Pero esto necesitará suministros seguros y a largo plazo de litio, metal del cual 70 por ciento se encuentra en Chile, Argentina y Bolivia. Según analistas, debido al aumento en la demanda de baterías, el mercado del litio entra en déficit, y no hay suministros seguros para el próximo año. Al mismo tiempo, las fábricas construidas en China incrementan la demanda.
“Probablemente, el más grande reto de la Gigafábrica, aparte de la necesidad de una demanda básica, es la disponibilidad de materias primas,” explica Benchmark Mineral Intelligence, una consultora en Londres. “También es la única área de suministro de vehículos eléctricos que no es propiedad de Tesla o que no está bajo su control.”
En junio de 2014 la compañía intentó comprar Simbol Materials, una empresa emergente de California, pero se declaró en quiebra,
según una persona familiarizada con el tema.
Joe Lowry, fundador de la consultora Global Lithium asegura que “pareciera que la estrategia actual es no canalizar inversiones directas, sino aprovechar el nombre de Tesla para firmar contratos ‘contingentes’ a precios inalcanzables por lo bajo con pequeñas compañías mineras que nunca han producido litio.”
“El resultado más probable es que Tesla termine pagando precios altos por el litio, al menos hasta el fin de la década,” añadió Lowry, quien trabajó para FMC Lithium, una de las grandes productoras.
Hasta ahora, dos compañías han anunciado contratos de abastecimiento con Tesla y ninguna espera producir suficiente litio hasta después de 2020. Esto podría dejar a la compañía sin el material necesario para la apertura de la nueva fábrica (o la podría orillar a firmar acuerdos cuando suba el precio del hidróxido de litio).
De acuerdo con Benchmark Mineral Intelligence, Tesla necesitará 24 mil toneladas de litio anuales, cuando el mercado general produce 50 mil.
Elon Musk, fundador de Tesla, comentó que buscarán usar litio de Nevada. Albemarle’s Silver Peak, la única mina de Estados Unidos que produce el metal, está ahí.
Algunos analistas dicen que grandes productores de litio como Albemarle, de Baton Rouge; FMC Lithium, de Filadelfia, y SQM, de Chile, no están de acuerdo con abastecer a Tesla por los precios que han pedido.
“Tesla no es la rebanada más grande del pastel,” dice un productor pequeño. “Es el perro que ladra, pero no muerde.”
La empresa dice que ninguno de los acuerdos anunciados es exclusivo, y no todo su litio vendrá de estos proveedores.
FMC Lithium enfatiza su constante negociación de suministro con muchos de los principales fabricantes de autos eléctricos, incluyendo a Tesla. Albemarle dice que no puede revelar información relacionada con acuerdos de abastecimiento. SQM no respondió al Financial Times.
En agosto, Bacanora Minerals, que desarrolla el llamado Proyecto Sonora, una planta de litio en México), afirmó que había llegado a un acuerdo condicional para suministrar hidróxido de litio a Tesla. Esto aumentó las acciones de Bacanora en casi una cuarta parte de entonces a la fecha.
En noviembre, la empresa de Toronto levantó 8.8 millones de libras por la venta de acciones para el proyecto, que espera iniciar con la primera fase de producción hasta 2018.
En septiembre, Musk publicó en Twitter que el trato con Bacanora “no es exclusivo y tiene muchas condiciones”.
En el mismo mes, Pure Energy Minerals confirmó que había llegado a un acuerdo con Tesla para el potencial abastecimiento de hidróxido de litio. La firma planea producirlo en Nevada, en el mismo yacimiento de Albemarle, a tres horas en coche de la Gigafábrica.
La compañía hizo énfasis en que el acuerdo fija un “precio predeterminado debajo de las tasas actuales del mercado y alineado con el objetivo de Tesla para reducir el costo de sus baterías de iones de litio.”
Según analistas, cuando la Gigafábrica entre en producción, es probable que estimule a los pequeños productores de Estados Unidos.
“Verán más gente excavando en búsqueda de sales de litio en Nevada,” añadió un productor. “Simplemente por estar cerca de la fábrica”, finalizó.
Energía limpia, metales radioactivos
El litio se usa principalmente en el cristal, la cerámica y los lubricantes y un 30 por ciento del suministro se usa en baterías. Las sales de litio también se usan para tratar la depresión y otros desórdenes emocionales.
El litio es un metal altamente reactivo que pocas veces se encuentra en su estado natural; se extrae químicamente de compuestos en roca o de soluciones iónicas como las sales. Un 70 por ciento del suministro del planeta yace en salares, las planicies salinas, de Chile, Bolivia y Argentina.
Los analistas dicen que la demanda de litio aumentará los cinco y diez años siguientes, mientras que el precio de las baterías disminuirá y se hará más común el uso de vehículos eléctricos y almacenes de energía.
Dado al aumento en la demanda de bienes y vehículos eléctricos, el precio por el litio en China ha aumentado 60 por ciento en los dos últimos meses.
500 mil
autos y casas se beneficiarán con la fábrica y suministro de baterías, de acuerdo con la previsión de la compañía.
24 mil
toneladas de litio anuales requerirá Tesla, cuando el mercado produce 50 mil, estima Benchmark Mineral Intelligence.