Kjeld Kirk Kristiansen presume de ser el hombre más rico de Dinamarca, lo cual por sí solo es todo un hito; sin embargo, por lo que más se le reconoce en todo el mundo a este multimillonario de nombre difícil de pronunciar, es por ser el referente de la tercera generación de grandes empresarios del juguete.
El imperio que encabeza es más conocido que la Barbie de Mattel o el Monopoly de Hasbro. Y es que, no hay niño que no haya jugado y desarrollado su creatividad con los bloques de plástico interconectables de Lego, o bien, con alguna imitación, pues dicen los expertos que cuando algo se copia es que se hizo bien.
Si bien el creador de la empresa fue su abuelo Ole Kirk Cristiansen en 1932 y el encargado de darle solidez fue su padre Godtfred Kirk Christiansen (el apellido de Kjeld está escrito con “K” debido a un error al momento de su registro de nacimiento), el culpable de que Lego sea el gigante multinacional que todos conocemos ahora fue el propio Kjeld.
La palabra Lego se conforma de las danesas “Leg” y “Godt”, que al traducirse al castellano y juntarse, significan literalmente “jugar bien”. Y vaya que la empresa, cuya sede hasta la fecha se encuentra en su lugar de nacimiento, Billund, Dinamarca, ha sabido jugar bien, pues según la consultoría Brand Finance, se ha convertido en la marca más poderosa de todo el mundo.
Kjeld Kirk Kristiansen fue presidente y director ejecutivo de Lego de 1979 a 2004, año en el que se retiró —conservando una silla en el consejo de administración— para dar paso a una transformación de la marca, la cual era impostergable, dado que la atención de los niños estaba siendo captada por los juegos virtuales, metiendo en problemas a la industria del juguete.
De la madera al plástico
La historia de Lego se remonta hasta hace más de 80 años en el norte de Europa, exactamente en Dinamarca. Ahí, un joven carpintero llamado Ole Kirk Cristiansen se dio cuenta que no importaba qué sucediera, los juguetes siempre tenían demanda, por lo cual se dio a la tarea de diseñar artículos para niños, pero con el material que dominaba, la madera.
Fue así, como junto a menos de una decena de hábiles carpinteros se dio a la tarea de fabricar piezas que se ensamblaban para formar diversas figuras. Su idea fue todo un éxito, al poco tiempo su empresa fabricaba 40 modelos diferentes, cantidad que ahora parce insignificante si se toma en cuenta que en el último año Lego presentó alrededor de 300 nuevos productos. Esta diferencia es la muestra más clara del crecimiento que ha tenido la compañía con el paso de las décadas.
Ole, pronto se dio cuenta de que la madera no era el mejor material para sus productos —sus fábricas registraron varios incendios al inicio—, por lo cual se inclinó por el plástico. Tan convencido estaba de que sería un éxito, que se arriesgó a comprar la máquina de inyección más grande y cara que se podía encontrar a mediados del siglo pasado.
La historia se cuenta sola y el tiempo le dio la razón, aunque la empresa trabaja para encontrar materiales menos contaminantes, el plástico continúa siendo la base sobre la que está construido su imperio.
De aquella pequeña compañía danesa que trabajaba con madera queda muy poco, Kjeld se encargó de potencializarla y actualmente ofrece sus piezas intercambiables a más de 140 países, sus películas como Lego Batman son un éxito en las taquillas mundiales, sus ventas anuales oscilan en 5 mil millones de euros y su valor de mercado alcanza la nada despreciable cantidad de 14 mil millones de euros.
Por si fuera poco, se estima que en toda la existencia de Lego, más de 80 millones de niños han jugado con sus juguetes.
Dicen que las instituciones van más allá de los nombres, y Lego es la fiel muestra. En los años en los que Kjeld ha estado al frente de la empresa que fundó su abuelo ha acumulado una fortuna de 21 mil 800 millones de dólares, y mientras piensa en cómo gastarla, también prepara el terreno para que la icónica firma pase a manos de la siguiente generación, es decir, a las de sus tres hijos.
Origen
La compañía fue fundada en Dinamarca; su nombre se deriva de “Leg” y “Godt”, que significa jugar bien.
Tesoro
La empresa ha pasado por varias generaciones, Kjeld la heredó en 1979 de su padre Godtfred.
Riqueza
Desde que está en su poder, Lego no ha dejado de crecer y Kjeld se ha hecho millonario.