El banquero multimillonario Jaime Gilinski renovó su ataque a la clase empresarial colombiana, aumentando significativamente sus ofertas para obtener el control de la compañía de alimentos más grande del país, así como de su mayor holding.
Las acciones del grupo de alimentos Nutresa fueron suspendidas ayer después de que Gilinski anunció su última incursión la noche del lunes, ofreciendo 10.48 dólares por acción por una participación adicional de hasta 22.8 por ciento.
Después de adquirir una participación de 27.6 por ciento con su primera oferta a principios de este mes, esto le daría el control de más de la mitad de la compañía. El precio de la última oferta es casi 36 por ciento más alto que lo que Gilinski pagó la primera vez y 25 por ciento más alto que el último precio de las acciones de Nutresa.
Gilinski, un colombiano cuya base principalmente está en el extranjero, también lanzó otra oferta para aumentar su participación en Grupo Sura, el holding más grande de Colombia con intereses en banca, seguros y pensiones. Sura es también el mayor accionista de Nutresa.
Este empresario de 64 años, que construyó un imperio de activos financieros e inmobiliarios por valor de casi 4 mil millones de dólares, compró poco más del 25 por ciento de Sura a principios de este mes y pretende adquirir 6.25 por ciento más. Su última oferta, que presentó el viernes, ofrece 9.88 dólares por acción, una prima de 40 por ciento sobre el precio actual de las acciones de Sura y 25 por ciento más que la oferta original.
Gilinski declaró recientemente a Financial Times: “Se trata de dos compañías que no han tenido buen desempeño para los accionistas en los últimos 10 años”.
La oleada de cuatro ofertas hostiles en pocas semanas le dio nueva vida a la bolsa de valores colombiana. La conmoción también resonó en América Latina, dado que el activismo corporativo es relativamente raro en la región, en la que los conglomerados controlados por familias suelen ser los que dominan.
Analistas afirman que estos movimientos son parte de un ataque concertado contra el Grupo Empresarial Antioqueño (GEA), una red de firmas con sede en la capital empresarial del país, Medellín, y el departamento de Antioquia, que se relacionan a través de una compleja red de participaciones cruzadas. La estructura fue diseñada en 1979 por ejecutivos de Medellín para defenderse de los depredadores de Bogotá.
El grupo también incluye al conglomerado de cemento y construcción Grupo Argos, un accionista clave tanto de Sura como de Nutresa. Dijo que no venderá sus participaciones. Gilinski negó que planea una oferta por Argos, pero esto no evitó las especulaciones de que su objetivo final es abalanzarse sobre los tres miembros clave de la familia GEA.
Si su segunda oferta tiene éxito, Gilinski superará a Argos como mayor accionista de Sura, lo que le dará más poder en el voto de Sura en los asuntos que afectan a Nutresa.
“Los movimientos implican nuevas expectativas de posibles entradas (a Colombia), así como la posibilidad de otras potenciales ofertas de compra en el futuro”, escribieron los analistas de Citi en una nota.
Fernando Quijano, director del periódico financiero colombiano La República, dijo a Financial Times que, independientemente del resultado de las últimas ofertas, Gilinski tendrá puestos en los consejos de administración de ambas empresas y cambiará para siempre la naturaleza de GEA, haciéndolo “menos antioqueño”.
Mientras que las acciones de Nutresa fueron suspendidas ayer, otras acciones de GEA subieron ante la expectativa de nuevas ofertas. El socio comercial de Gilinski en la oferta de Nutresa es Royal Group de Abu Dabi.
Los activos de Gilinski incluyen una participación en el Metro Bank de Reino Unido, así como un gran desarrollo inmobiliario en Panamá y el Banco GNB Sudameris, que opera en Colombia, Perú y Paraguay.