Las fuertes reacciones del mercado a los resultados electorales en India, México y Sudáfrica plantean algunas preguntas. ¿Las economías funcionan mejor bajo un gobierno de mayoría fuerte o con una coalición amplia? ¿Bajo un partido de izquierda o de derecha, o con un líder en funciones o nuevo?
Para responder, es importante reconocer que los mercados financieros no se rigen por ninguna ideología. Les incentiva enfocarse en las perspectivas económicas, no en el sistema político. Lo que revelan mis investigaciones es que si el gobierno es débil o fuerte, de izquierda o de derecha, no parece importar mucho para la economía. Pero los nuevos líderes están fuertemente asociados con un mayor crecimiento y rentabilidad.
Es cierto que los inversionistas a menudo huyen cuando un político que suena de izquierda es elegido, pero luego evalúan lo que hace ese líder en el cargo. El caso más memorable fue el de Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil. Asustó a los inversores antes de que comenzara su mandato en 2002, pero se volvió económicamente ortodoxo ya en el cargo.
Es posible que se esté gestando un escenario similar en México, donde la aplastante victoria electoral de Claudia Sheinbaum superó las expectativas. Los mercados temen que el partido Morena, después de que volvió al poder, redoble su agenda socialista. Pero aún está por verse qué hará Sheinbaum en el cargo.
Eso nos lleva a un factor político que sí parece importar: caras nuevas. Lo nuevo es mejor. Al estudiar más de 50 democracias desde finales de la década de 1980, encontré más de 70 líderes que duraron más de un mandato.
En los países desarrollados, como EU, el Reino Unido y Francia, el crecimiento del PIB cayó de forma constante de 2.9 por ciento en el primer mandato del líder a 2.6 por ciento en el segundo. En los países emergentes, el crecimiento cayó de 5.3 por ciento en el primer mandato a 4.4 por ciento en el segundo.
Los mercados sienten degradación a medida que los líderes se vuelven complacientes y estancados con el tiempo.
Es importante tener en cuenta que el destino de las economías y los mercados está determinado por muchos factores. La política es solo una pieza del rompecabezas. Pero para cualquiera que intente predecir el impacto económico de las elecciones de este año, sería prudente empezar por no buscar mayorías fuertes ni etiquetas políticas. Solo caras nuevas.
CHC