Los inversionistas ya no apuestan por los bancos. Los ingresos netos de las grandes instituciones de Wall Street cayeron en promedio 50 por ciento durante el primer trimestre, al aumentar sus reservas para pérdidas originadas por préstamos. Las bajas tasas aprietan los márgenes netos de interés. Los temores de una recesión se sumaron al pesimismo. El KBW Nasdaq Bank Index bajó más de un tercio en los últimos tres meses, frente a la caída de 12 por ciento del S&P 500.
Los bancos regionales de EU con grandes carteras de préstamos para empresas energéticas cayeron aún más. BOK Financial, matriz de Bank of Oklahoma, y Cadence Bancorp, con sede en Houston, registran caídas de 40 y 60 por ciento respectivamente desde finales de febrero.
El desplome de los precios del crudo puede generar una ola de incumplimientos en los pagos de préstamos. Whiting Petroleum es el primer productor de EU de esquisto en declararse en bancarrota. Si bien los grandes bancos también están expuestos al sector de la energía, la diferencia entre los Goliat y los David del mundo bancario es que los primeros tienen una mejor posición para resistir las consecuencias.
Los seis grandes bancos estadunidenses acumularon importantes colchones de capital. JPMorgan Chase, Citigroup, Wells Fargo y Bank of America tienen una exposición al sector de energía de menos de 15 por ciento de su capital. En BOK y Bank7, de Oklahoma, esa misma relación es de más de ciento por ciento.
11% De la cartera de préstamos de Cadence al cierre del año pasado era para compañías de energía, mientras que en BOk significa 18 por ciento.
25% O más de su capital representa el sector de gas y petróleo para otros 12 bancos pequeños y medianos, según analistas de KBW.