Donald Trump no descarrilará el “imparable” crecimiento de la energía renovable, de acuerdo con el director ejecutivo de Royal Dutch Shell, quien planea elevar gradualmente el gasto en tecnología verde a la vez de reducir su dependencia respecto a los combustibles fósiles.
Después de que las ganancias de Shell en el cuarto trimestre quedaron por debajo de las expectativas, Ben van Beurden dijo que “el cambio climático es real y se tiene que actuar”, en respuesta a las preguntas sobre el impacto de la opinión del presidente de Estados Unidos sobre el tema. Se considera a Trump un aliado de la industria debido a su apoyo a los combustibles fósiles y su compromiso de campaña de retirarse del acuerdo climático de París.
Van Beurden dijo que la transición a formas de energía más limpias continuará, independientemente de la política de Estados Unidos. Shell quisiera estar “a la vanguardia” del cambio en lugar de “luchar contra una acción defensiva”.
En las últimas semanas el grupo petrolero anglo-holandés obtuvo un contrato para construir un gran parque eólico frente a la costa holandesa, y está entre los seleccionados para un proyecto estadunidense similar en las aguas frente a Carolina del Norte.
Van Beurden dijo que la inversión de Shell en energías renovables será de menos de mil millones de dólares al año, una fracción de su presupuesto anual de gastos de capital de entre 25 mil y 30 mil millones de dólares (mdd). Pero la compañía al final agudizará su enfoque en la energía ecológica.
“Tenemos que participar en la energía renovable con el fin de aprender, pero no vamos a entrar a un nivel que se pudiera considerar imprudente”, dijo.
Si bien comienza a mover a Shell más allá de los combustibles fósiles, Van Beurden dijo que espera que la demanda de gas y petróleo crezca durante mucho tiempo más, con el impulso del aumento de la población y los estándares de vida en el mundo en desarrollo.
Shell apuesta a que el gas se apropie de una mayor participación en la mezcla de energía, debido a que tiene menos cantidad de emisiones de carbono cuando se quema en comparación con el carbón y con el petróleo. El gas representa alrededor de la mitad de la producción de la compañía, después de la adquisición de BG Group del año pasado por 50 mil mdd, y espera que esta proporción aumente.
Simon Henry, director financiero de Shell, dijo que la mejora en el flujo de efectivo y la caída del endeudamiento en el cuarto trimestre reivindicaron la decisión de la compañía de seguir adelante con el acuerdo de BG frente a la caída en los precios del petróleo y la oposición de algunos accionistas.
Sin embargo, algo que afectó los resultados fue la degradación de 500 mdd, principalmente relacionados con el impacto de los movimientos en el tipo de cambio en una posición de impuestos diferidos en Australia.
Eso redujo 44 por ciento las ganancias en el costo actual de la base de suministro, la principal medida que observan los inversionistas, para llegar a mil millones de dólares en los tres meses hasta el 31 de diciembre. Al excluir las partidas extraordinarias, las ganancias subieron 14 por ciento, para llegar a mil 800 mdd, muy por debajo del consenso de los analistas de 2 mil 800 mdd
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