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El mundo dice adiós a la era del petrodólar y a sus viejas certezas

Está en proceso de perder vigencia el mantra de que el crudo barato siempre contribuye al crecimiento de la economía mundial.

El presidente ruso, Vladímir Putin, se vio obligado a analizar una venta de liquidación de activos del Estado incluso cuando intensifica los bombardeos sobre las fuerzas opositoras sirias. Arabia Saudita libra una guerra de palabras con Irán, y aún planea su debut en los mercados internacionales de bonos. Nigeria inició las conversaciones sobre la ayuda del Banco Mundial. Venezuela se encamina del fracaso a la bancarrota. Bienvenido al mundo con el petróleo a 30 dólares por barril.

Las conversaciones sobre el mercado petrolero empezaron a partir de dos suposiciones invulnerables. El crudo barato es bueno para el crecimiento global, porque los consumidores se inclinan más que los productores a gastar las ganancias excepcionales, y los disturbios en Medio Oriente elevarán los precios aún más, por lo que Occidente debe apoyar a los autócratas árabes que mantienen en producción los pozos.

La creencia popular se puso de cabeza. La caída de 100 dólares por barril en 2014 debía hacer que los países consumidores se pusieran a celebrar. Nada de eso. Europa, acosada por el estancamiento y abrumada por los refugiados, tiene otras cosas en qué pensar. Estados Unidos, ahora tanto productor como consumidor, está atrapado en un crecimiento anémico. China, la economía más sedienta, tiene sus propios retos. Los mercados mundiales de capitales se derrumbaron en tándem con el crudo.

La geopolítica también va en un contrasentido. Los precios cayeron incluso cuando los combates en Irak, Siria, Yemen y Libia se intensificaron. Arabia Saudita, alguna vez el garante de un precio mínimo, hoy despliega una mayor producción como arma contra Irán. El acuerdo nuclear con Irán dividió a Occidente entre la antigua alianza con Riad y el encanto de la distensión con Teherán.

La tercera ley del petróleo —que las caídas de precio siempre son desviaciones cíclicas de un crecimiento inexorable— parece tambalear. La evidencia que se acumula indica un cambio estructural que mantendrá los precios relativamente bajos. Durante el siglo, antes de la gran crisis del precio del crudo a principios de los 70, el costo real del barril estaba entre 10 y 40 dólares. Los economistas en Llewellyn Consulting, en Londres, hacen un caso convincente de que este rango de comercio ofrece un patrón aproximado para el futuro.

La crisis de los 70 reescribió las reglas de las relaciones internacionales. El Medio Oriente se convirtió el foco de la atención geopolítico. A la URSS se le dio una nueva, aunque efímera, oportunidad para mejorar. Venezuela, Brasil, México y Nigeria estaban entre los países bendecidos —o tal vez los maldijeron— por los altos precios. Ahora, vuelve a imaginar el panorama en una era de petróleo permanentemente barato. Sin duda, a algunos productores les irá mejor que a otros, pero el poder del petrodólar se perdió.

Mi sensación es que los políticos de relaciones exteriores de Occidente aún se aferran a la idea de que las cosas no cambiaron mucho. Los bajos precios serán disruptivos —peligrosamente en ciertos sitios— pero temporales y, por lo tanto, es poco probable que alteren mucho "el equilibrio geopolítico". Los productores se tendrán que poner las pilas, los pozos de alto costo quebrarán y el regreso al crecimiento mundial hará que el precio suba de nuevo. La doctrina del "pico del petróleo", que un suministro finito de hidrocarburos con el tiempo siempre va a elevar los precios aún tiene creyentes.

Sin duda habrá picos de precio, pero hay fuertes razones para suponer que las reglas del juego cambiaron. Hace una década EU era el mayor importador de petróleo. El gas y el petróleo de esquisto ahora le garantizan autosuficiencia de energía durante la década de los 20. Los pozos de esquisto se pueden cerrar y abrir de una manera relativamente barata, lo que le ofrece un colchón de crisis en los mercados internacionales. Arabia Saudita se mantiene como un productor regulador, pero la "oscilación" perdió su fuerza.

La OPEP se debilitó. Una reducción de 1 por ciento debe elevar los precios 10% en el corto plazo, pero no hay un proveedor que tenga la capacidad suficiente para aumentar los ingresos al reducir la producción. El resultado es una pelea general por la participación de mercado. Como dice Llewellyn Consulting, ahora la OPEP parece más una secretaría que un cártel.

Las leyes ambientales y las fuentes de energía alternativa conspiran contra los hidrocarburos. No tienes que creer que los gobiernos cumplirán sus objetivos del cambio climático para pronosticar un viraje acelerado hacia las fuentes de energía renovable y alternativa, ya sea carros eléctricos o energía solar. La eficiencia energética presiona en la misma dirección. Esto significa que los legisladores deben pensar mucho más sobre la geopolítica.

No hay mucho que tranquilice a un mundo que ya está descrito por sus inseguridades. Cualquiera que sean los beneficios teóricos, el tamaño y la velocidad de la caída del precio del petróleo sumó otro giro a las fuerzas desestabilizadoras que llevan a la fragmentación y el conflicto.

Rusia, que ya enfrenta fuertes obstáculos económicos y demográficos, se debilitará más. Los acontecimientos en Siria sugieren por eso que Putin puede ser más amenazante. La disminución de poderes puede ser más peligrosa que el surgimiento de otros. La caída de los ingresos del Estado amenaza con minar los avances que logró Nigeria para combatir la corrupción y la amenaza de seguridad de Boko Haram. La última caída del crudo fue un detonador de la guerra civil en Argelia.

El crudo barato endurece la confrontación entre sunitas y chiitas en el golfo, que puede minar fatalmente al gobierno iraquí y debilitar a los kurdos que combaten al EI. También puede acelerar la retirada de EU y Europa de la región. ¿Por qué involucrarse si no necesitan el petróleo?

Al igual que la guerra fría, la era del petrodólar impuso una previsibilidad global. Sería absurdo lamentar su desaparición, pero es igual de imprudente ignorar las consecuencias. Pronto podremos descubrir que un petróleo a 30 dólares por barril viene con otro tipo de precio.

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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