Si bien el proyecto de política pública de almacenamiento del gobierno considera que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) puede liberar 5.11 millones de barriles de capacidad para petrolíferos, para poner a disposición de terceros, la empresa productiva del Estado anunció que esto asciende a 10.7 millones de barriles.
Esa capacidad va a ser liberada entre 2016 y 2030, por lo que la filial CFEnergía realiza estudios para “reconfigurar” esa capacidad de almacenamiento conforme a las necesidades del mercado.
El director general de la CFE, Jaime Hernández, señaló que la infraestructura de la empresa es atractiva para el mercado, por estar instalada en regiones donde se carece de ésta; además, son terminales ya construidas que están a disposición inmediata.
Detalló que pondrá en marcha un proyecto piloto de liberación de capacidad en Baja California y Sonora, que son los primeros mercados donde se liberarán los precios de los combustibles.
En Baja California la infraestructura permite almacenar 574 mil barriles, que significan más de 10 días de venta, ésta se distribuye en Rosarito, Ensenada y Mexicali, y va ser liberada a lo largo de siete años.
Mientras que en Sonora cuenta con una capacidad de almacenamiento de un millón 20 mil barriles, en Guaymas, Puerto Libertad y Caborca.
Señaló que en esa prueba piloto, el primer objetivo de la CFE es asociarse para adecuar las instalaciones, para que posteriormente puedan ofrecer capacidad de almacenamiento mediante las temporadas abiertas.
Objetivo energético
Pemex e inversionistas privados deben detonar inversiones por 26 mil millones de dólares anuales para cumplir el pronóstico de la Agencia Internacional de Energía (IEA por su sigla en inglés), de una inversión acumulada de 640 mil millones de dólares hacia 2040 como resultado de la reforma energética.
Se necesitan al menos 15 rondas petroleras y que Pemex invierta en exploración y producción un promedio anual de 14 mil millones de dólares para alcanzar ese monto, de acuerdo con el primer análisis “Pulso energético”, una iniciativa de la Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos (Amexhi).
Se tiene que realizar una ronda de licitaciones cada año y medio, con una tasa de éxito similar a la Ronda 1, para captar 300 mil millones de dólares de inversionistas privados, y Pemex aportaría los otros 340 mil millones de dólares en sus actividades de exploración y producción.
Raymundo Piñones, director de la Amexhi, indicó que se va en la dirección correcta, pero todavía las compañías tienen muchas inversiones por comprometer.
El documento resalta que el reto es “enorme”, pues lo que más se ha invertido en el país en exploración y producción son 16 mil 609 millones de dólares en 2014, pero en 2015 Pemex bajó esa inversión a 9 mil 646 millones de dólares, y para el año pasado fue de solo 6 mil 480 millones de dólares, derivado de la caída en los precios del petróleo.
La Comisión Nacional de Hidrocarburos aprobó modificar las bases de la licitación de la Ronda 2, en las que destacó que cada empresa deberá hacerse cargo de los actos de corrupción de sus empleados. Originalmente, si el contratista era un consorcio se debía de responder de manera integral, ahora, por ejemplo, si en un consorcio están Pemex con Shell y Chevron, si se detecta un acto de corrupción por parte de Pemex, las otras dos no tienen por qué responder por eso.