China y Taiwán lideraron un nivel histórico de adquisiciones en Japón durante 2016, luego de que cayeron las barreras tradicionales para acuerdos de entrada a gran escala y Asia aumentara su dominio como el mayor comprador del mundo.
Aunque el número de acuerdos de entrada fue ligeramente más bajo que en el año anterior, su valor total fue de 2.56 millones de millones de yenes (22,000 mdd), según los datos de Refcon, firma japonesa de investigación. Esto marcó un incremento de 150% en comparación con los niveles de 2015. Los banqueros y los abogados dicen que es probable que esa trayectoria continúe este año.
La tendencia más sorprendente, dijeron, fue el aumento en la actividad de los compradores chinos y taiwaneses, quienes gastaron 933,200 millones de yenes en acuerdos por 51 compañías, un récord tanto en valor como en el número de casos, de acuerdo con los datos de Recof. La cantidad que gastaron los compradores chinos y taiwaneses fue casi cinco veces más grande que el volúmen de los acuerdos japoneses que hicieron las empresas estadounidenses, según Dealogic.
Durante años, Tokio intervino para evitar que las tecnologías japonesas clave cayeran en manos extranjeras. Pero ya que las mismas empresas japonesas luchan por sobrevivir en el mercado interno -el cual se reduce cada vez más- a través de la expansión hacia el extranjero, los banqueros dicen que hay una percepción entre los funcionarios del gobierno, al igual que entre los ejecutivos de las empresas, de que la creación de los campeones nacionales ya no es una solución viable.