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Critican impuestos a las bebidas azucaradas en GB

La medida pone a Reino Unido a la vanguardia del combate contra la obesidad y la diabetes: George Osborne.

La sorpresiva decisión de Gran Bretaña de seguir el ejemplo de México, Francia, Finlandia y Hungría de fijar un impuesto a las bebidas y refrescos azucarados, fue criticado por ser "paternalista" y "poco práctico".

George Osborne, canciller de Reino Unido, dijo que después de un periodo de gracia de dos años, las compañías tendrán que pagar un impuesto de acuerdo con la cantidad de azúcar que contienen las bebidas de cola y de otro tipo, en su mayoría refrescos y aguas carbonatadas. Se espera que muchos de los fabricantes lo cargue a los consumidores en forma de precios más altos.

La medida audaz recibió el apoyo de Michael Bloomberg, quien intentó prohibir los refrescos de tamaño gigante cuando fue alcalde de Nueva York. Dijo que "pone a Reino Unido a la vanguardia de la lucha mundial para reducir la obesidad y la diabetes".

Pero los miembros del propio partido de Osborne dijeron que es una interferencia injustificada en la vida de las personas. "El que pierde es el liberalismo conservador", dijo Jacob Rees-Mogg, un diputado ordinario del Parlamento.

Antes de que se anunciara el impuesto, en una encuesta se encontró que 83 por ciento de los miembros del partido de Osborne se oponía.

Otro diputado conservador, Will Quince, quien anteriormente trabajó para la compañía de bebidas Britvic, dijo que es "condescendiente y regresivo; es el paternalismo del Estado a su máxima expresión".

"El problema es que nos metemos con los refrescos. Son un área del sector de alimentos y bebidas que hizo muchas cosas para reducir el azúcar", dijo. "Esta es la industria que ha hecho más para impulsar un cambio en el comportamiento".

Investigadores del Instituto de Estudios Fiscales (IFS, por su sigla en inglés), organismo imparcial en el tema, cuestionaron el carácter práctico del impuesto, dijeron que éste puede desviar a los niños hacia otras fuentes de azúcar.

Paul Johnson, director del IFS, dijo que menos de una quinta parte del consumo del dulce proviene de las bebidas azucaradas, "por lo que no tendrá ningún impacto sobre el otro 80 por ciento" Pero reconoció que gravar los refrescos, que tienen "poco o ningún valor nutricional, bien puede tener sentido como un primer paso".

Johnson dijo que el nuevo impuesto tiene "una estructura muy curiosa". En lugar de que el impuesto se realice de acuerdo con la cantidad de azúcar en una bebida, la recaudación se puede cobrar a cero peniques por gramo de azúcar para bebidas que contienen cuatro gramos por cada 100 mililitros; a 35 peniques por cada 100 gramos de azúcar para bebidas que contienen cinco gramos por cada 100 mililitros; y cae a menos de 15 peniques por 100 gramos de azúcar para la las bebidas más dulces. "Es difícil ver la lógica de eso", agregó.

Osborne hizo hincapié en que el dinero que se recaude con el impuesto se destinará a financiar el deporte en las escuelas.


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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