Derivado de la mayor conexión de gasoductos entre Estados Unidos y México, este último ha incrementado sus importaciones de gas natural, de enero a julio de este año, en 35 por ciento anual.
De acuerdo con la Administración de Información de Energía (EIA, por su sigla en inglés), las importaciones hechas por México de gas natural estadunidense establecieron un récord mensual en julio, con un promedio de 3.3 millones de pies cúbicos por día.
Para los primeros siete meses del año se tuvo un promedio de 2.7 millones de pies cúbicos diarios, 35 por ciento más, respecto al mismo periodo del año pasado.
Como consecuencia, la EIA indica que los gasoductos comienzan a desplazar gradualmente las importaciones de gas natural licuado (GNL).
Refiere que las importaciones de GNL de México fueron 7 por ciento menores de enero a julio de este año en comparación con el mismo periodo de 2014.
Señala que antes del crecimiento de la explotación de gas shale de Estados Unidos, México consideró las importaciones de GNL como una alternativa viable para compensar la disminución de la producción nacional y el limitado gas natural por ductos.
Con el aumento de la producción de Estados Unidos y una baja en los precios del gas natural en los últimos años, la necesidad de México de las importaciones de GNL se redujo.
En ese contexto, menciona que las terminales de regasificación de GNL han estado operando debajo de su capacidad.
México cuenta con tres terminales de regasificación, una en la costa este de Altamira y dos en la costa oeste de Ensenada (Costa Azul y Manzanillo).
Apunta que la capacidad ocupada en la terminal de Manzanillo ha sido relativamente alta, con un promedio de 85 por ciento en el periodo 2013-2014.
Las importaciones de GNL en la terminal de Manzanillo abastecen a las plantas eléctricas ubicadas en la región central y occidental de México.
Además, esta terminal proporciona un único punto de entrada y sirve para aliviar los cuellos de botella de los ductos en la región.
En ese sentido, se espera que las importaciones de GNL por la terminal de Manzanillo seguirán siendo altas en los próximos años, pero esto hasta que se desarrolle una capacidad adicional de gasoductos.
En tanto que en la terminal de Altamira se utilizó 50 por ciento de su capacidad en el mismo periodo, mientras que la terminal Costa Azul se encuentra prácticamente en desuso.
Las importaciones de GNL por el puerto de Altamira han promediado en los últimos seis años alrededor de 50 por ciento de la capacidad de la terminal.
Sus operadores que son Shell y Total tienen un contrato de suministro con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), lo que les permite abastecer, ya sea con gas natural por gasoducto o GNL.
Sin embargo, en el primer semestre de 2015 las importaciones a la terminal de Altamira han disminuido 14 por ciento en comparación con el mismo lapso del año pasado.
Resalta que en septiembre pasado la CFE canceló una licitación para varias cargas puntuales en Altamira para el periodo comprendido entre septiembre y diciembre, esto como consecuencia de conseguir un gas natural por ducto más barato proveniente de Estados Unidos.