La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) determinó, de forma preliminar, que el procedimiento de acceso a la infraestructura para el aterrizaje y despegue de los vuelos en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) genera efectos anticompetitivos en los servicios de transporte aéreo.
Carlos Mena, titular de la Autoridad Investigadora de la Cofece, dijo que en 2014 solamente dos prestadores de servicio controlaron el 65 por ciento de los horarios.
Agregó que los transportistas aéreos cobran un sobreprecio solamente por la llegada o salida del aeropuerto.
Puntualizó que no hay reglas claras en la asignación y monitoreo de horarios de despegue y aterrizaje de las empresas competidoras, lo cual les garantiza beneficios económicos. En promedio, 37 por ciento de los horarios asignados no fueron operados por las aerolíneas que originalmente los solicitaron.
El fiscal del organismo antimonopolios indicó que sólo en 2014 más 115 mil vuelos no operaron conforme a sus tiempos asignados, es decir aproximadamente 300 vuelos diarios.
Indicó que, independientemente, de que existe una necesidad real de mayor infraestructura aeroportuaria, el actual aeropuerto tiene la gran oportunidad de eliminar efectos anticompetitivos, causada por la inadecuada asignación de horarios de aterrizaje y despegue.