El presidente chino, Xi Jinping, pidió a los gobernantes de Estados Unidos, Alemania y otras economías principales que resistan la presión para elevar las barreras comerciales, en el inicio de una cumbre del G20 que se realiza en medio de un crecimiento global lento, así como disputas en torno a las exportaciones chinas de acero y los impuestos de Apple en Irlanda.
Beijing enfrenta quejas de que está inundando los mercados mundiales con acero barato, lo que provoca reclamos de restricciones al comercio. El presidente de la Comisión Europea pidió a la Cumbre que tome medidas.
Al inicio de la reunión de dos días, al suroeste de Shanghai, Xi reclamó mayor innovación para estimular el crecimiento económico y reformas en el gerenciamiento de la economía y las finanzas globales. Exhortó a una mayor cooperación en materia de impuestos, la anticorrupción y medidas para "mejorar la capacidad de la economía mundial de resistir los riesgos".
Previamente, las autoridades chinas anunciaron que propondrían un plan para impulsar el comercio a través de una cooperación más estrecha sobre regulación, finanzas, impuestos y otros asuntos.
"Deberíamos construir una economía mundial abierta", dijo Xi frente a un auditorio en el que estaban presentes el presidente estadunidense Barack Obama, la canciller alemana Angela Merkel y la primera ministra británica Theresa May.
También estuvieron presentes el presidente Peña Nieto y el argentino Mauricio Macri.
Los países del Grupo de los 20 deben respetar su compromiso de evitar nuevas medidas proteccionistas, fortalecer la cooperación en políticas de inversiones y tomar medidas eficaces para promover el crecimiento", dijo Xi.
Los líderes chinos dicen que quieren que el G20, reunido para coordinar la respuesta a la crisis financiera de 2008, tome un papel más a largo plazo supervisando la gestión económica global.
La Organización Mundial de Comercio pronostica que para este año un crecimiento global de apenas 2.8 por ciento, el tercer año consecutivo por debajo del 3 por ciento.
Algunos gobernantes dijeron que promoverán el "crecimiento incluyente", en alusión a los esfuerzos para extender los beneficios de la integración global a millones de personas marginadas por los cambios y así disipar las presiones a favor de la protección de industrias locales.
Por su parte, el organismo gobernante de la Unión Europea pidió que se tomen medidas frente a la enorme industria siderúrgica china.
El G20 "debe encontrar una solución con urgencia" al exceso de producción de acero, dijo el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.
También pidió a Beijing que acepte un mecanismo de supervisión para la sobreproducción a la que los socios de China acusan de causar precios bajos y destrucción de empleo.
Juncker rechazó las críticas de Estados Unidos por una orden de la UE a Irlanda para que reclame a Apple 14 mil 500 millones de dólares en impuestos. Un comité de la UE determinó que la baja tributación de la firma de tecnología equivalía a una exención fiscal prohibida.
"El comercio libre debe ser comercio justo", dijo Juncker en una rueda de prensa con Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo.
Otro tema clave en la cumbre es la votación del pasado junio en Gran Bretaña, miembro del G20, a favor de abandonar la Unión Europea de 28 países. Algunos analistas han interpretado esa votación como la primera en una serie de decisiones en otros países para retirarse del comercio libre.
La reunión de dos días comenzó este domingo con un avance diplomático, el anuncio conjunto de Obama y Xi de que sus gobiernos habían entregado documentos en los que se comprometen a cumplir el acuerdo climático de París.
Sin embargo, funcionarios de Estados Unidos y otros países informaron que querían abordar la capacidad de sobreproducción industrial china y otros asuntos que podrían resultar espinosos. Washington ha impuesto aranceles de hasta 500 por ciento al acero chino para compensar lo que los reguladores consideran subsidios inadecuados.
China, el mayor productor mundial de acero, se ha comprometido a reducir su capacidad de producción en entre 100 y 150 millones de toneladas para 2020, una promesa que Xi reiteró.
A su vez, Tusk reiteró la postura de la UE sobre la posible salida británica del bloque al afirmar que no habrá negociaciones con Londres sobre las relaciones futuras hasta que comience oficialmente el proceso de salida. La incertidumbre sobre la situación de comercio, inmigración y otros temas críticos ha afectado la actividad empresarial y provocado ansiedad entre los inversionistas.
"Debemos proteger los intereses de los miembros de la UE que quieren permanecer juntos, no del único que quiere marcharse", dijo Tusk.
En una rueda de prensa conjunta con Obama, la primera ministra británica May dijo que su gobierno seguirá adelante con su salida y trabaja para crear nuevas oportunidades comerciales.
"No habrá un segundo referendo, ningún intento de dar marcha atrás o escapar de esto", dijo May.
Los dos mandatarios intentaron restar importancia al efecto de la decisión sobre las relaciones entre Gran Bretaña y Estados Unidos, pero Obama sugirió que Londres podría tener que esperar para firmar un acuerdo comercial tras su salida. Washington está centrado en completar las negociaciones comerciales con los gobiernos de Asia-Pacífico y la UE, aseguró.
JA