En abril pasado la inflación general disminuyó más que lo previsto por el mercado, favorecida por menores precios de la electricidad, algunos agropecuarios como la cebolla (-24.95 por ciento), el chile serrano (-26.45 por ciento) y el jitomate (-17.80 por ciento), así como por la reducción en el costo del transporte público, debido a la contingencia ambiental.
A pesar de la disminución, la inflación subyacente - que excluye él precios de bienes y servicios más volátiles, como agropecuarios y energéticos- fue mayor a las expectativas.
De acuerdo con las cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) disminuyó 0.32 por ciento, con respecto a marzo, contra la caída esperada de 0.25 por ciento; con ello, la tasa de inflación anual fue de 2.54 por ciento.
Al interior, el índice de precios subyacente reportó un aumento mensual de 0.22 por ciento, superior al 0.19 por ciento previsto por expertos, y una tasa anual de 2.83 por ciento, mientras que el índice de precios no subyacente disminuyó 1.96 por ciento mensual y su tasa anual fue de 1.66 por ciento.