David Cameron dirá a los ministros de su gabinete que deben renunciar al gobierno si quieren hacer campaña para que Gran Bretaña salga de la Unión Europea, mientras se prepara para enfrentarse a los euroescépticos conservadores de línea dura.
El primer ministro espera lograr un nuevo acuerdo para Gran Bretaña en una reformada Unión Europea y luchar para que el Reino Unido permanezca como miembro, por lo que pondrá todo el peso del gobierno en apoyo de esta campaña.
Más de 50 miembros conservadores del Parlamento formaron ayer un nuevo grupo: los Conservadores por Gran Bretaña, y advirtieron a Cameron que lucharán por una salida de Gran Bretaña, a menos de que pueda “terminar con la supremacía de las leyes europeas sobre más asuntos de la vida británica”.
Cameron admite que no puede ganarse a los tories “irreconciliables”, pero jugará rudo con ellos, les dirá a los ministros que quieran hacer campaña para la salida de Gran Bretaña que deben renunciar a sus puestos en el gobierno. El primer ministro dijo a sus colegas en la cumbre del G7 en Bavaria que todos los ministros tendrán que seguir la línea oficial.
Philip Hammond, secretario de Relaciones Exteriores, minimizó las demandas de algunos miembros del nuevo grupo para que Westminster tenga un poder unilateral de veto sobre cualquier ley de la Unión Europea. “Eso no es posible, eso no es negociable, porque eso efectivamente terminaría con la Unión Europea”, dijo a la BBC. Un grupo de parlamentos nacionales que trabajan juntos deben ser capaces de mostrar una “tarjeta roja”, añadió.
Pero el miembro del parlamento del partido conservador, Steve Baker, líder del grupo Conservadores por Gran Bretaña, dijo que es “una demanda modesta que el parlamento deba tener soberanía sobre su propio territorio”. Dijo que si eso no se garantiza, Gran Bretaña “debería de salir”.
Cameron tendrá su primer enfrentamiento con el grupo a finales de este mes, cuando los miembros del Parlamento debatan las enmiendas al proyecto de ley de referendo de la Unión Europea, que pavimenta el camino para la votación sobre la salida o permanencia de Gran Bretaña antes de que finalice 2017. Los tories euroescépticos pueden rebelarse contra Cameron por primera vez desde su victoria en las elecciones del 7 de mayo, a través de una disposición que permitiría el uso de dinero público en el periodo previo a la votación por el caso de la pertenencia de Gran Bretaña.
Los miembros del Parlamento quieren ver un periodo normal de 28 días de purdah (aislamiento) de la neutralidad oficial antes de una votación delicada. Pero Hammond dijo que el gobierno no tiene ninguna intención de permanecer “neutral”.
Se espera que el Tesoro publique varios documentos de “análisis” donde se ven los aspectos económicos de la pertenencia de Gran Bretaña a la Unión Europea, que algunos euroescépticos creen que se puede ver como la función pública oficial que se despliega a favor de la campaña de “pertenencia”.
50
miembros del Parlamento formaron un nuevo grupo: los Conservadores por Gran Bretaña
2017
será clave,por la votación sobre la salida o permanencia de Gran Bretaña de la Unión Europea