Las restricciones que les fueron impuestas a los bancos internacionales tras la crisis financiera global en los países en desarrollo, están obstaculizando las perspectiva de crecimiento en estas naciones al limitar el flujo de financiamiento que necesitan empresas y hogares, advirtió el Banco Mundial.
De acuerdo con el Informe sobre el "Desarrollo Financiero Mundial 2017-18: Bancos sin Fronteras", la crisis de 2007-09 y la consecuente desaceleración económica motivaron una amplia reevaluación de los beneficios y costos de la banca internacional, y llevaron a la aplicación de restricciones que pusieron fin a una década caracterizada por el auge de los servicios financieros globalizados y los préstamos transfronterizos.
Sin embargo, los países en desarrollo podrían verse en la necesidad de reconsiderar el valor de los bancos internacionales como instrumentos imprescindibles para acceder al crédito mundial y lograr un crecimiento económico más acelerado, aun cuando deban seguir gestionando los riesgos.
El informe del Banco Mundial destacó que el financiamiento bancario resulta esencial para poder contar con un sector privado dinámico, sobre todo para fortalecer a las pequeñas y medianas empresas.
Por esto, añadió, los países en desarrollo pueden maximizar los beneficios que reporta un sistema bancario más sólido y, al mismo tiempo, protegerse de los riesgos mejorando el intercambio de información a través de los registros de antecedentes crediticios, exigiendo activamente el cumplimiento de los derechos contractuales y de propiedad, y garantizando la estricta supervisión de los bancos.
CPR