Los inversionistas ya no pueden ignorar el cambio climático y deben actuar para proteger sus carteras, ya que los fenómenos meteorológicos extremos se vuelven más comunes y los gobiernos intensifican sus esfuerzos para combatir el calentamiento global, de acuerdo con BlackRock.
El gestor de activos más grande del mundo dijo que los gobiernos y los inversionistas actúan con lentitud para apreciar los problemas relacionados con el calentamiento global, pero que eso debe cambiar.
“Los inversionistas ya no pueden ignorar el cambio climático. Se menospreciaron y subestimaron los factores climáticos porque los consideran problemas distantes”, dijo Ewen Cameron-Watt, alto directivo de BlackRock.
La inversión con conciencia climática, dijo Cameron-Watt, es posible “sin comprometer los objetivos tradicionales de maximizar los rendimientos de los inversores”.
En un nuevo documento de investigación que se publicó el martes, BlackRock sugirió que los inversionistas deben incorporar medidas sobre el uso de combustibles fósiles, el consumo de agua y las emisiones de carbono, como porcentaje de las ventas anuales de sus evaluaciones cuando deciden en qué compañías invertir.
En el documento también se dijo que el aumento de los precios del carbono —una estimación de un dólar por tonelada sobre la cantidad de contaminación que emiten las compañías— alentará a las empresas a adoptar enfoques más ecológicos y a que los inversionistas puedan reconocer mejor los riesgos del cambio climático que se integran en sus carteras.
Sin embargo, llegar a un acuerdo sobre un precio exacto para el carbono todavía es muy problemático.
Alrededor de mil de las empresas más grandes del mundo ahora informan los precios estimados de carbono, pero estos informes varían ampliamente entre las industrias y dentro de las mismas. Las empresas en el sector de servicios públicos informan precios del carbono hasta de 306 dólares por tonelada, mientras que en las industrias de cuidado de salud, tecnología de la información y sector financiero, informan que los precios del carbono están muy por debajo de 50 dólares por tonelada.
Cameron-Watt dijo que los precios actuales del mercado no reflejan los costos sociales de la quema de combustibles fósiles.
La evidencia de que los inversionistas recompensan a las empresas por tomar medidas para combatir el calentamiento global son variables.
De acuerdo con un análisis de empresas en el índice MSCI World Index que realizó Hermes, el gestor de fondos de Reino Unido, no hay una evidencia clara que sugiera que los que tienen características ambientales atractivas superan el desempeño de los competidores menos ecológicos.
En su documento de investigación, BlackRock también expresó su apoyo a la reducción de los subsidios del gobierno para la extracción y quema de combustibles fósiles.
“Esto puede ayudar a darle un empujón a los consumidores y empresas hacia un uso de energía más eficiente”, dijo Cameron-Witt.
Sin embargo, algunos grandes inversores dijeron que se preocupan cada vez más por la exposición de las compañías a los combustibles fósiles, ya que los gobiernos en todo el mundo trabajan para reducir la temperatura global, lo que potencialmente podría resultar en que las industrias más contaminantes sean menos valiosas.
Durante el fin de semana, en su cumbre más reciente en la ciudad china de Hangzhou, los líderes del Grupo de los 20 reafirmaron su compromiso de eliminar gradualmente los subsidios a los ineficientes combustibles fósiles que alientan el consumo despilfarrador.
También reiteraron sus llamados para una “implementación oportuna” del acuerdo al que llegaron en París en diciembre pasado, en el que los gobiernos de todo el mundo se comprometieron a reducir el calentamiento global.
China y Estados Unidos, los dos mayores contaminantes del mundo, anunciaron que ratificaron el acuerdo del cambio climático de París en un gran impulso en los esfuerzos para llegar a un acuerdo en la ONU.
Pero en la cumbre de China no se acordó un calendario firme para que terminen los subsidios, y se plantearon preguntas acerca de su los responsables políticos y los inversionistas se mueven lo suficientemente rápido para lograr cumplir con los objetivos que se acordaron en París.
Tres de las aseguradoras más grandes del mundo dijeron en un comunicado conjunto la semana pasada que los siguientes pasos para implementar el acuerdo de París “tienen un gran retraso”.
Aviva, Aegon y Amlin, que en conjunto manejan activos por un valor de 1.2 billones de dólares, instaron a los gobiernos del G20 a establecer un calendario claro para poner fin a los subsidios de los combustibles fósiles. También dijeron que los gobiernos deben terminar la inversión pública en la producción de petróleo, gas y carbón para 2020, con excepción de casos extremos donde no hay una opción viable para mejorar el acceso a los suministros de energía para los pobres.
De acuerdo con el Instituto de Desarrollo Internacional, un grupo independiente de expertos con sede en Reino Unido, los gobiernos en todo el G20 gastan anualmente 444 mil mdd en la producción de combustibles fósiles. Estos gastos incluyen 70 mil mdd en subsidios nacionales, 286 mil mdd en inversiones de empresas de propiedad estatal y 88 mil mdd más en apoyo de financiamiento público.
Mark Wilson, director ejecutivo de Aviva, dijo que los subsidios a los combustibles fósiles distorsionan los mercados de energía y “simplemente son insostenibles”.