Aunque en el segundo trimestre del año los directivos de las cuatro regiones del país estimaron que en los próximos 12 meses habrá un aumento en la demanda de sus bienes y servicios, así como del personal que contratarán y de su acervo de capital, el incremento es menor al esperado un trimestre antes, con excepción de la zona sur.
De acuerdo con el Informe sobre las Economías Regionales abril-junio, de 2018 elaborado por el Banco de México (Banxico), los mayores riesgos para la actividad económica regional se relacionan con un deterioro en la seguridad pública y la posibilidad de que la incertidumbre que prevalece tanto en el ámbito interno como en el externo se refleje en menores niveles de inversión.
Los directivos también consideraron un riesgo el que la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) no resulte favorable para el sector productivo mexicano.
Especialmente en las regiones norte y centro norte mencionaron la posibilidad de que la implementación de medidas proteccionistas en algunos países afecte el desempeño de las empresas mexicanas, mientras que en el centro señalaron que la escasez de mano de obra calificada podría afectar la competitividad de algunas industrias; y en el sur destacaron el impacto de fenómenos climáticos adversos sobre la actividad económica.
Respecto a los precios de venta de los bienes y servicios que ofrecen, la mayoría de los contactos empresariales consultados en las distintas regiones continúa esperando variaciones anuales similares o menores que las observadas en los 12 meses previos.
De manera congruente con la evolución esperada de los precios de venta, la mayoría de las fuentes consultadas en todas las regiones estima que tanto los costos salariales como el precio de sus insumos crecerán a una tasa similar o menor que la registrada en los doce meses previos.
CPR