Para que un consejo fiscal en México funcione, es imperativo que sea independiente, vinculante y que tenga “dientes”, además de que los expertos que lo formen sean muy buenos, aseguró el director de análisis macroeconómico del Banco de México (Banxico), Nicolás Amoroso.
Durante el panel Estabilidad Macroeconómica, en el marco del Foro Nacional de Infraestructura, organizado por el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), explicó que ante un escenario de choques, el consejo estimaría el balance estructural; es decir, descontaría aquellos elementos temporales que puedan llevar a un deterioro del balance fiscal.
“Tener un consejo fiscal permitiría decir: no nos preocupemos, esto es un choque temporal y podemos correr un mayor déficit, nos vamos a endeudar, pero nos vamos a recuperar y a pagar este mayor endeudamiento en los años siguientes a tasas menores”, abundó el directivo del Banxico.
Al término de su participación, agregó a título personal, que mientras más fortaleza fiscal tenga un país, siempre se facilita la conducción de la política monetaria, por lo que un consejo que fortalezca la postura fiscal tiene que ser conducente a facilitar tal política.
Preservar pilares macroeconómicos
Adicionalmente, Nicolás Amoroso indicó la economía mexicana tiene pilares que dan estabilidad y esos no hay que cambiarlos, sino preservarlos, entre ellos destacó una política comercial muy abierta, que ha estado detrás de la transformación y ha llevado al país a ser altamente exportador.
Además, un régimen de tipo de cambio flexible ,que permite amortiguar choques y ser variable de ajuste, y un sistema financiero bien capitalizado son pilares de la economía nacional.
GGA
