La integración de un Buró de Identidad Biométrica –con información de características físicas intransferible de las personas como el iris, el tono de voz y huellas dactilares- podría cerrar el año con un avance de hasta 50 por ciento, aseguró Adolfo Loaera, director general de la empresa Biometría Aplicada.
Explicó que la integración de este buró obedece al incremento de casos de robo de identidad en el sistema financiero del país.
“El buró está avanzando de una manera lenta, debido a que los bancos tienen una serie de procesos internos para garantizar una operación bancaria segura, por lo que la implementación de estos sistemas puede llegar a ser muy burocrática”, comentó el director de la empresa.
El pasado 18 de febrero representantes del sistema financiero mexicano y del gobierno federal firmaron las bases de colaboración para inhibir la suplantación de identidad en México.
Loaera explicó que cuando se lleva a cabo una labor como esta, cada una de las áreas que intervienen en las operaciones financieras tiene que modificar sus procesos para alinearlos a la implementación de medidas biométricas de seguridad.
De acuerdo con el Buró de Crédito, durante 2015 el robo de identidad creció un 40 por ciento, provocando pérdidas para los usuarios por 118 millones de pesos y se prevé que la tendencia continúe en ascenso.
La primera base de datos biométricos del país, con información de los usuarios de los servicios financieros, ayudaría a combatir que delincuentes usen datos personales de ciudadanos comunes y los utilicen sin su consentimiento para realizar operaciones fraudulentas como solicitar créditos, simular acciones de compra-venta o para evadir impuestos.
