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Aumentarán beneficios en pago de ISR en 2017

Con las nuevas medidas también se reducirán los estímulos dirigidos a fomentar actividades productivas específicas.

El gobierno aumentará los beneficios fiscales en el pago del impuesto sobre la renta (ISR) para las empresas el próximo año —además de los dirigidos a personas físicas—, pero reducirá sustancialmente los estímulos dirigidos a fomentar actividades productivas específicas, de acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

Según el documento Presupuesto de Gastos Fiscales 2016, el cual determina lo que el erario dejará de recaudar por dichos beneficios, los estímulos fiscales alcanzarán 93 mil 20 millones de pesos en 2016 —un aumento de 134 por ciento respecto al año pasado—. Pero en 2017 disminuirán a 58 mil 506 millones de pesos, lo que representa una reducción de 37 por ciento.

Los gastos fiscales de ISR de empresas alcanzarán un total de 98 mil 785 millones de pesos este año —un aumento de casi 19 por ciento anual.

Sin embargo, en 2017, estos beneficios —que incluyen deducciones, exenciones, tasas reducidas, diferimientos, facilidades administrativas y subsidios para el empleo— se planea que el erario deje de recaudar 104 mil 486 millones de pesos, un repunte de 6 por ciento anual.

Hacienda estima que los beneficios de ISR de personas físicas aumenten en 2016 y 2017. Este año se esperan gastos fiscales en este apartado por 192 mil 893 millones de pesos, un repunte superior a 13 por ciento anual. En 2017 se estima que alcancen 202 mil 282 millones de pesos, otro aumento de casi 5 por ciento anual.

Una reducción a estímulos fiscales más importante se registra en materia del impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS) a contribuyentes que importen y enajenen gasolina, y que vendan combustibles en la franja fronteriza con EU.

Con el aumento al IEPS de las gasolinas en 2016 se elevaron los estímulos a este apartado. Asimismo, en el gasto fiscal se incluyeron por primera vez en 2016 estímulos que introducen cuotas especiales del IEPS a combustibles en la franja fronteriza, para garantizar que los precios sean consistentes con la banda de máximos y mínimos que estableció el Congreso de la Unión como preámbulo a la liberalización en 2017.

Fausto Hernández, investigador de la división de economía del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), señaló en entrevista que reducir los estímulos a la gasolina es positivo, pues se inhibe el uso del automóvil y es una medida progresiva, ya que estos beneficios se otorgan a las personas con mayor poder adquisitivo.

Pero advirtió que otros beneficios fiscales, como la tasa cero a medicinas y alimentos son regresivas, debido a que las personas con mayores ingresos son las que más dejan de pagar un gravamen por esos productos, principalmente el 10 por ciento con mayores ingresos, así como la transferencia tributaria de mantener la exención en servicios de enseñanza.

Se estima que, en total, a causa de los tratamientos fiscales especiales, el erario deje de recaudar al menos 3.49 por ciento del producto interno bruto en 2016, y este monto se ubique en una proporción de 3.28 por ciento del PIB el próximo año, de acuerdo con el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas.

Obstáculos en superávit

El gobierno enfrenta mayores presiones de gasto en la segunda mitad del año, un obstáculo para conservar el superávit presupuestal registrado en el periodo enero-marzo, señaló Fausto Hernández.

De acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, el gobierno registró en los primeros cinco meses de este año un superávit primario —lo que representa mayores ingresos que egresos sin incluir el costo de la deuda— por 174 mil 811 millones de pesos ante un entorno de menores ingresos petroleros.

Dicho superávit rebasa los 101 mil 176 millones de pesos que el gobierno federal pagó entre enero y mayo de este año por concepto del costo financiero de la deuda.

El investigador del CIDE explicó que de mantenerse esa tendencia el resto del año, y tomando en cuenta los recortes presupuestales que realizó Hacienda para contener las presiones en los ingresos, el gobierno puede alcanzar su meta de reducción del déficit —medido en los requerimientos financieros del sector público (RFSP)— en al menos 0.6 puntos porcentuales, al pasar de 4.1 por ciento del PIB en 2015 a 3.5 por ciento en 2016.

“No es que sea malo obtener un superávit, y más con la historia de la deuda del gobierno mexicano, pero todavía no es suficiente, el gasto es estacional. Es decir, las presiones de gasto se dan en el segundo semestre, por lo tanto, un superávit en los primeros meses debe observarse con reservas”, señaló Hernández.

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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