Ana Botín se prepara para suceder a su padre como presidente de Banco Santander, asegurando la continuidad de la poderosa dinastía española al mando del banco minorista más grande de Europa después de la sorpresiva muerte del patriarca de la familia.
Emilio Botín, de 79 años, quien falleció de un ataque cardiaco la noche del martes 9 de septiembre, fue uno de los hombres más influyentes en el mundo de las finanzas. Él fue testigo del crecimiento del banco de su familia de una pequeña financiera española a un imperio de enorme crecimiento que opera en Brasil, Reino Unido, Polonia, Estados Unidos, México y España.
Su hija, quien fue postulada formalmente como su sucesora por el consejo de administración de Santander de manera unánime ayer, será el cuarto miembro de la familia que presida Santander.
Botín dijo: "En estos tiempos difíciles para mí y para mi familia, aprecio la confianza de la junta de directores y estoy totalmente comprometida con mi nueva responsabilidad".
Ana Botín, quien actualmente es directora ejecutiva de las operaciones de Santander en Reino Unido, es muy respetada por mérito propio. Sin embargo, la dominancia de su padre en el mundo de negocios español y su temible reputación global la dejará con unos enormes zapatos que llenar, afirmaron analistas.
Santander dijo que la junta directiva consideró a Ana Botín como "la persona más adecuada" para asumir el puesto de su padre, citando sus "cualidades personales y profesionales, experiencia, trayectoria en el grupo y su unánime reconocimiento tanto en España como internacionalmente".
Ella se unió a la junta de consejo en 1989 y ocupó altos puestos en una serie de negocios de Santander, incluido el banco de inversión.
La muerte de Botín provocó que recibiera grandes elogios de líderes políticos, hombres de negocios y banqueros de todo el mundo. En la matriz de Santander, a las afueras de Madrid, altos ejecutivos estaban "visiblemente afectados" por la muerte repentina del presidente, de acuerdo con una fuente interna del banco.
Andrea Orcel, director de banca de inversión de UBS y uno de los consejeros en los que más confiaba Botín, dijo: "Hemos perdido a uno de los líderes bancarios globales más importantes de una generación".
Robert Tornabell, profesor de banca internacional en la escuela de negocios Esade, destacó el éxito de Botín de armar un grupo bancario internacional a través de adquisiciones: "Era un gran negociador, siempre comprando a bajo costo y vendiendo a precios altos".
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