El nuevo jefe ejecutivo de Alstom, el fabricante francés de trenes, dijo que en Europa el sector está listo para una consolidación y que le “dará sentido” a su empresa para buscar acuerdos de transformación.
En su primera entrevista desde que asumió el puesto, Henri Poupart-Lafarge apagó los rumores de que en este momento se negocie activamente algún acuerdo, pero dijo que Alstom “va a analizar las oportunidades si son buenas para la empresa”.
Se nombró a Poupart-Lafarge como jefe de Alstom, fabricante del famoso tren francés de alta velocidad TGV, después de un acuerdo de compra de 9 mil 700 millones de euros el año pasado por su operación mucho más grande de turbinas que se vendió al conglomerado estadunidense GE.
Los críticos cuestionaron si Alstom no quedaría demasiado pequeño para poder competir con ingresos de solo 6 mil 100 millones de euros, una tercera parte de lo que obtenía anteriormente. El fabricante chino de trenes CRRC tiene ingresos de 25 mil millones de euros.
Poupart-Lafarge dijo que no hay una urgencia en lograr acuerdos, dada la fortaleza de la cartera de pedidos del grupo y de su balance.
Pero añadió que, dada la fragmentación del mercado, la consolidación del sector se ve cada vez más probable, y que Alstom tiene una buena posición para consolidarse ahora que es una empresa independiente de transporte.
Las barreras para lograr acuerdos europeos disminuyen a medida que la Unión Europea impone constantemente estándares técnicos comunes para los operadores de trenes, añadió.
Siemens, Bombardier y Alstom a menudo suenan como posibles participantes en cualquier tipo de consolidación. Europa todavía tiene varios grupos independientes, como CAF y Talgo en España, y Stadler Rail en Suiza. Otro posible objetivo para Alstom puede ser el negocio de señalización de Thales, el grupo francés de defensa y electrónica, aunque por el momento Thales no vende.
Al desestimar la idea de que Alstom ahora es demasiado pequeño para competir, Poupart-Lafarge dijo: “Con ingresos de entre 6 mil y 7 mil millones de euros, somos lo suficientemente grandes para estar en todas las regiones, algo que es clave cuando hay tanto crecimiento en los mercados emergentes”.
El fabricante del TGV tiene una cartera de pedidos de 28 mil millones de euros, más de cuatro veces sus ventas anuales, y el año pasado obtuvo solicitudes por 10 mil millones de euros. La empresa no tiene una deuda neta y posee 2 mil 400 millones de euros como valor de las acciones de las tres empresas conjuntas con GE en energía y que puede poner a la venta en 2018.
Poupart-Lafarge dijo que la estrategia general será continuar ofreciendo una gama completa de soluciones de transporte, no solo trenes y tranvías, al vender sistemas de señalización y mantenimiento.
También quiere continuar la expansión internacional. Visualiza que con el tiempo la empresa obtendrá la mitad de sus ingresos fuera de Europa, en comparación con cerca de 40 por ciento ahora.
“Las ciudades con más de 2 millones de habitantes empiezan a tener sistemas de transporte urbano, y en India y China ya hay 100 que están en la fila”, dijo. “El potencial aquí es enorme, prácticamente infinito”.