La noticia de que este año la economía crecerá menos de lo esperado, pegará en el ánimo de los consumidores, es decir serán mesurados a la hora de realizar sus compras, y por lo tanto, se pagarán menos impuestos.
La consecuencia inmediata de que haya menos consumo es que el Servicio de Administración Tributaria recaudará menos ingresos por concepto de IVA.
Ángel Iván Olvera, académico del Tecnológico de Monterrey, explicó que ante la baja en el pronóstico de crecimiento para 2014, los ciudadanos no van a estar confiados para comprar lo mismo que antes. "Las personas van a comenzar a consumir más bienes inferiores y los gastos extra que tenían van a reducirse", aseguró.
Lo anterior se traducirá también en una baja en la recaudación tributaria por parte del gobierno. Por ejemplo, si antes una persona realizaba una compra de mil pesos en un supermercado, pagaba 160 pesos por Impuesto al Valor Agregado (IVA). Pero al disminuir su consumo ya no hará una compra por mil pesos, sino por 800 pesos y, por ende, el monto de IVA a pagar será menor.
Olvera subrayó que es casi imposible saber de qué medida será el impacto, pues dependerá de la información que tangan los ciudadanos y los cambios que hagan a sus hábitos de consumo.
"Si va a tener un impacto negativo, pero depende de que tan informadas estén las personas sobre el tema de crecimiento económico", afirmó.
Durante 2014 la confianza del consumidor no ha registrado su mejor comportamiento. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reportó que en enero el índice de confianza del consumidor sufrió el mayor tropiezo desde mayo de 2009, al desplomarse 15.5 por ciento respecto al nivel registrado en enero de 2013.
Mientras que en su informe más reciente, el organismo detalló que en abril las expectativas de los miembros del hogar en torno al panorama actual y futuro registraron una caída de 5.7 por ciento con relación al mismo mes de 2013. La cifra representó el séptimo retroceso anual consecutivo.
Como su nombre lo indica, este índice es un reflejo de la confianza de las personas respecto a su empleo y las finanzas de la familia.