El papel que desempeña el sector financiero en Estados Unidos, Japón y otras economías avanzadas creció de una forma demasiado grande, advirtió el Fondo Monetario Internacional.
Un estudio realizado por el organismo encontró que las economías emergentes tienen que aprender las lecciones de la crisis financieras de 2008, y no permitir que sus sistemas bancarios y los mercados financieros crezcan más rápido del ritmo que pueden mantener los reguladores.
También señalaron la creciente evidencia de que en determinado momento, los bancos y otras instituciones financieras asumen una participación demasiado grande en las economías, y al final contribuyen más a la inestabilidad financiera que al crecimiento económico.
"El desarrollo financiero conlleva compromisos", escribieron los autores del estudio en un blog. "Al pasar de un cierto nivel de desarrollo financiero, el efecto positivo sobre el crecimiento económico empieza a disminuir, mientras que los costos en términos de volatilidad económica y financiera empiezan a aumentar".
Una pregunta que permanece desde la crisis de 2007-2008 es cuál es el papel justo que deben desempeñar los bancos en las economías nacionales y cómo los gobiernos deben regularlos para mitigar peores efectos en la volatilidad de los mercados.
Pero el estudio del FMI aborda la cuestión más general de qué tan grande debe ser el papel que deben desempeñar las instituciones financieras en las economías sanas.
El estudio viene después de uno similar que realizaron los economistas del Banco Internacional de Pagos, que llegó a la conclusión de que el crecimiento del sector financiero puede ser una carga para las economías y desplazar a otros sectores más productivos.
Los economistas del FMI utilizaron datos de 128 países que recopilaron entre 1980 y 2013 para establecer un "índice de desarrollo financiero".
El índice fue diseñado no solo para reflejar cuánto crédito bruto emiten los bancos y otras instituciones financieras, sino también para medidas más amplias, como la profundidad que tienen los países para el acceso a cuentas bancarias y productos financieros.
El estudio encontró que las economías de Irlanda, Japón y EU ya cruzaron una línea cuando la expansión del sector financiero empezó a tener un menor impacto en el crecimiento que se volvió negativo. Los países que sufren de lo que llaman "demasiadas finanzas", afirman los investigadores, utilizan sus recursos financieros de una forma menos eficiente.
Se distribuyen en actividades cada vez menos productivas, lo que significa que se desacelera el crecimiento de la productividad total en las economías.
La mayor parte de las economías emergentes todavía no llegan a ese punto, dijeron los investigadores, y señalaron que una buena regulación a menudo puede limitar el impacto negativo del crecimiento galopante del sector financiero.
Pero los investigadores del FMI no identificaron a ninguna economía emergente que pasara el punto de disminución del rendimiento. China es una economía emergente donde el sector financiero creció rápidamente en los últimos años, pero el nuevo estudio no incluye datos de ese país, tampoco de grandes economías, como la de Alemania y el Reino Unido, donde las finanzas tienen un importante papel.