Brasil quedó sepultado hoy en un lodazal de acusaciones de corrupción por el fraude a Petrobras: la supuesta declaración de un senador que acusa a la presidenta Dilma Rousseff de estar involucrada en el escándalo se filtró a la prensa y la Corte Suprema envió a juicio al jefe de Diputados por un caso de sobornos.
Las noticias cayeron como una bomba en Brasilia, en un día negro que comenzó con la noticia de que la economía se derrumbó un 3.8% en 2015 y el país se encamina a su peor recesión en un siglo.
La revista IstoÉ publicó hoy supuestas afirmaciones del senador oficialista Delcidio Amaral en las que acusó a la mandataria de intentar obstruir la investigación de Petrobras con el nombramiento de un juez de apelación afín a su gobierno y al ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010) de estar al tanto de la trama de corrupción.
Ataque a la reina
El artículo encendió la ira del gobierno y la propia Rousseff advirtió indignada que las filtraciones a la prensa no pueden ser usadas como un arma política. La mandataria no mencionó a Amaral, implicado en el "Petrolao", y que según la publicación habría acordado colaborar con la justicia para reducir una eventual condena.
"Las filtraciones apócrifas, selectivas e ilegales deben ser repudiadas y tener su origen rigurosamente investigado, ya que hieren la ley, la justicia y la verdad", dijo Rousseff en un comunicado. "Repudiamos, en nombre del Estado democrático de Derecho, el uso abusivo de filtraciones como arma política", porque "no contribuyen para la estabilidad del país", añadió.
El abogado general del Estado y ex ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, también asumió la defensa de la jefa de Estado y dijo que las acusaciones eran "un conjunto de mentiras". En medio de un clima de crisis, el jefe de gabinete Jacques Wagner dijo que la presidenta había recibido la noticia "con indignación" y que estaba "preocupada".
Consultada por la AFP, la fiscalía de la República informó que no existe un acuerdo de colaboración con Amaral, ex líder del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) en el Senado y una de las espadas de Rousseff en el Congreso, hasta que fue arrestado acusado de obstaculizar el caso Petrobras.
Las llamadas delaciones premiadas solo se vuelven públicas si las homologa la Corte Suprema. Amaral pasó casi 90 días encarcelado por ofrecer dinero y una ruta de fuga a uno de los ex directivos de Petrobras que están detenidos y desde mediados de febrero enfrenta su proceso en libertad.
El senador emitió hoy un comunicado en el que no confirma las afirmaciones que le atribuyó IstoÉ y que fueron particularmente duras con Lula, el mayor capital político del atribulado PT que gobierna Brasil desde 2003.
"Ni el senador Delcidio ni su defensa confirman el contenido del artículo (...). No conocemos el origen, tampoco reconocemos la autenticidad de los documentos que van adjuntados al texto", dijo el comunicado.
El Instituto Lula, de su lado, calificó de "completamente falsas" las supuestas acusaciones publicadas por la revista, aunque tampoco se refirió personalmente a Amaral. "El ex presidente Lula jamás participó, directa o indirectamente, de cualquier ilegalidad, antes, durante o después de su gobierno, sea en relación a los hechos investigados por la Operación Lava Jato o cualquier otros citados por la revista", aseguró la fundación creada por el ex mandatario en una nota.
Jaque al alfil
El presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, un astuto político que está en guerra abierta con Rousseff, se convirtió hoy en el primer legislador protegido por fueros que deberá sentarse en el banquillo de los acusados para responder por la confabulación que desvió de Petrobras más de dos mil millones de dólares.
La Corte Suprema decidió por unanimidad juzgarlo en una causa por sobornos. Tercero en la línea de sucesión presidencial y conocedor de cada recoveco del Congreso, Cunha fue acusado de los delitos de corrupción pasiva y lavado de dinero en un proceso que investiga si recibió ilegalmente al menos cinco millones de dólares para facilitar negocios en Petrobras, según la acusación de la fiscalía.
Figura prominente en la crisis política que afecta a Brasil, Cunha dio luz verde en diciembre a un pedido de impeachment contra Rousseff por adulteración de las cuentas públicas. Ya anticipó que no renunciará a su cargo.
El jefe de Diputados también está involucrado en causas que investigan si ocultó cuentas en el extranjero y mintió a sus colegas en la cámara. Vinculado a la iglesia evangélica, festejó haber ganado la jefatura de Diputados en un templo, que según la procuraduría también habría servido para canalizar fondos ilegales maquillados como donaciones.
La "Operación Lava Jato" (lavadero de autos) es considerada la mayor investigación anticorrupción de la historia de Brasil y ya ha enviado a prisión o amenaza con hacerlo a parlamentarios, gobernadores, ex funcionarios y algunos de los principales empresarios del país.
Al cierre de un día agitado, la bolsa de Sao Paulo subió un fuerte 5.12% y el real se apreció ante el dólar, en una nueva reacción positiva a un escándalo con potencial para torcer el rumbo político del país.
Neves pide renuncia de Dilma
De otra parte, el senador Aécio Neves, uno de los más reconocidos dirigentes de la oposición brasileña, le sugirió hoy a la presidenta Dilma Rousseff que renuncie, tras conocerse una supuesta declaración de un delator que la implica en el escándalo de Petrobras.
"¿Será que no es el momento para que la presidenta, en un gesto de grandeza, pensando no en su partido sino en el país, renuncie a su mandato?", preguntó Neves, del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) desde la tribuna del Senado.
Neves se refirió al reportaje publicado hoy por la revista Istoé, según la cual el ex jefe del oficialismo en el Senado Delcidio Amaral, detenido por el escándalo en Petrobras, aseguró que Rousseff y su antecesor, Luiz Inácio Lula da Silva, "sabían" de la corrupción en la estatal y maniobraron para obstaculizar a la Justicia.
"Brasil está hoy frente al momento más grave de todas estas denuncias. Si se confirman (las supuestas acusaciones de Amaral), la presidenta Dilma Rousseff no está ya en condiciones de continuar gobernando este país", afirmó el senador socialdemócrata.
Neves también anunció que la oposición se propone anexar las supuestas denuncias de Amaral a la solicitud para un juicio político contra Rousseff que presentó el año pasado, por maniobras contables que el Gobierno supuestamente hizo en 2014 y 2015 para maquillar sus resultados. "Sería una omisión imperdonable no permitir que el proceso de 'impeachment' no contemple esas informaciones", declaró Neves.