La policía belga busca "activamente" a dos sospechosos que huyeron el martes tras un allanamiento en una casa en Bruselas, durante el cual se halló una bandera del Estado Islámico y un kalashnikov junto al cuerpo de un argelino ultimado por las fuerzas especiales.
El primer ministro belga, Charles Michel, pidió a la población que mantuviera la calma, y anunció, al cabo de una reunión de crisis, que las autoridades decidieron mantener la alerta antiterrorista en el nivel 3 de una escala de 4.
"Esto significa que la amenaza es posible y verosímil", declaró Michel. El martes, un allanamiento "de rutina" en una vivienda de la zona popular de la comuna de Forest, en la capital belga, en el marco de la investigación por los atentados de París del mes de noviembre, terminó con tiroteos entre la policía y sospechosos armados.
Según los detalles de la fiscalía federal, seis policías, cuatro belgas y dos franceses, que procedían a allanar esta vivienda, recibieron disparos "apenas se abrió la puerta" por al menos dos personas armadas con una escopeta y un fusil kalashnikov.
"Se produjo un tiroteo breve pero nutrido" en el que tres policías resultaron heridos, uno de ellos una policía francesa que participaba junto a un colega también francés de esta operación. "Se evitó lo peor", dijo Thierry Werts, portavoz de la fiscalía.
Las autoridades lanzaron entonces una importante operación en el sector. Durante las horas que siguieron este primer contacto se produjeron nuevos disparos desde la vivienda.
Fue entonces cuando un argelino, identificado como Mohamed Belkaid, de 35 años, inmigrante irregular con un antecendente de "robo simple", fue ultimado por un francotirador de las fuerzas especiales "cuando se aprestaba a disparar desde una ventana", indicó.
Junto al cuerpo de Belkaid la policía encontró una bandera de Estado Islámico, un libro sobre el salafismo y un fusil kalashnikov. Mohamed Belkaid no tenía tampoco antecedentes en Argelia, según servicios de seguridad argelinos interrogados por la AFP. El hombre habría partido de su país de manera clandestina.
En este incidente, "dos personas (...) lograron darse a la fuga", añadió. "Se las busca activamente", dijo el portavoz de la fiscalía. Thierry Werts indicó que luego del primer allanamiento, la policía registró otra vivienda del sector en donde halló un fusil kalashnikov y numerosos cargadores, como los utilizados por los atacantes de París que ametrallaron las terrazas de cafés o la sala de espectáculos Bataclan, así como ropa negra.
Otros dos allanamientos "dieron negativo", añadió. Por la noche, la policía detuvo a dos personas. La fiscalía informó esta tarde que fueron liberadas sin cargos luego de su indagatoria.
Se trata de un hombre que fue detenido en un hospital y de otro que fue privado de libertad para ser interrogado después de un registro en una vivienda en el distrito bruselense de Forest, indicó el Ministerio Público en un comunicado.
El primero fue detenido cuando acudió a un hospital en Halle (en la periferia de la capital) con la pierna rota, según explicaron hoy en una declaración leída ante los medios de comunicación los portavoces de la Fiscalía federal, Eric Van Der Sypt y Thierry Werts. Ambos "han sido puestos en libertad por el juez de instrucción", y "ninguno de los dos ha sido inculpado", señaló la Fiscalía.
Cuatro detenidos en París
Paralelamente las autoridades francesas anunciaron la detención de cuatro personas en región parisina, una de ellas un islamista que planeaba "acciones violentas", informó el ministro de Interior, Bernard Cazeneuve.
Cazeneuve pidió "prudencia" sobre las informaciones de que los cuatro presuntos terroristas detenidos hoy en París y sus alrededores preparaban un atentado con carácter inminente. "Pido a todo el mundo que sea extremadamente prudente sobre las informaciones de la inminencia de una acción violenta", declaró Cazeneuve a los medios, poco después de que se conociera el arresto de cuatro personas que podrían preparar un atentado.
Por su parte, el presidente de Francia, François Hollande, señaló que estas detenciones, al igual que la operación del martes en Bruselas, ponen en evidencia que "el nivel de la amenaza (terrorista) sigue siendo muy elevado".
"Debemos mantener la mayor vigilancia", subrayó Hollande, que recordó también que el atentado reivindicado por Al Qaeda en un complejo hotelero el domingo en Costa de Marfil y en el que murieron al menos 18 personas, entre ellos cuatro franceses, "tenía también Francia como objetivo".
El titular francés de Interior igualmente insistió en que "todos los días hacemos detenciones de este tipo" que luego son seguidas de "verificaciones" y que conducen, si es pertinente, a imputaciones y encarcelamientos.
A ese respecto, recordó que desde comienzos de año 74 personas han sido detenidas en diferentes operaciones antiterroristas, que han dado lugar a la imputación de 37 de ellas, y que 28 han ingresado en la cárcel. "El principio de precaución -insistió- se aplica con una vigilancia absoluta, y es lo que conduce a estos arrestos".
Reaccionaba así a algunas informaciones, según las cuales los sospechosos tenían planes para un ataque "inminente" en el centro de París. Una portavoz de la Fiscalía de París indicó a Efe que las cuatro detenciones se han llevado a cabo en el marco de una investigación abierta por "una sospecha de comisión de una acción violenta" en Francia".
La portavoz precisó que "los interrogatorios no han hecho más que empezar" y que el material informático que se ha requisado en los registros llevados a cabo también deben explotarse.
El titular de Interior destacó que de entre los cuatro detenidos de esta mañana, el que ya había estado encarcelado fue quien suscitó las sospechas porque las fuerzas del orden tuvieron informaciones de que "podía librarse a acciones violentas en Francia" y además "podría haber estado en contacto con individuos en Siria del Estado Islámico" (EI).
Según "BFM TV", es un franco-marroquí de 28 años identificado como Youssef condenado en 2014 a cinco años de cárcel por haber intentado ir a Siria para integrarse en grupos yihadistas. Salió de prisión en octubre de 2015 y estaba en régimen de residencia vigilada en virtud de las medidas administrativas activadas tras los atentados de París del pasado 13 de noviembre.
Los otros tres detenidos son, de acuerdo con "France Info", la pareja del primero y dos hermanos de origen turco que estaban en contacto con él. Esta operación antiterrorista en París ocurrió apenas un día después de la que desplegada en Brsuelas, con participación de la policía francesa, en el marco de la investigación por los ataques yihadistas del 13 de noviembre en la capital francesa.
También el martes fueron capturadas tres personas -dos hombres y una mujer-, en la región de Orleans, en el centro de Francia, por su vinculación con algunos de los implicados en los atentados yihadistas de enero de 2015 en París.
La conexión belga
Las viviendas allanadas en Bruselas se encuentran muy cerca de la estación internacional de trenes, que une Bruselas a París, Londres, Amsterdam o Düsseldorf. Cuatro de los nueve autores de los atentados del 13 de noviembre en París, en los que murieron 130 personas, eran belgas. Los ataques habrían sido organizados en esta capital.
Al día siguiente de los ataques, reivindicados por el grupo Estado Islámico, se perdió el rastro en Bruselas de uno de los principales sospechosos, Salah Abdeslam, cuyo hermano se hizo estallar en las calles de París. La fiscalía precisó hoy que desde el 14 de noviembre se llevaron a cabo en Bélgica más de 100 allanamientos "en un contexto delicado".
En enero, las autoridades belgas allanaron dos departamentos y una casa utilizada por Abdeslam y otros sospechosos antes de los ataques. En uno de los departamentos hallaron rastros de una huella dactilar de Abdeslam, así como rastros del mismo explosivo utilizado por los atacantes de París y un dibujo de una persona utilizando un cinturón de explosivos.
Las autoridades también hallaron rastros del ADN de Bilal Hadfi, otro de los atacantes. En total, la policía detuvo a 58 personas en el marco de estos allanamientos, y otras 23 relacionadas con la investigación por los atentados de París. Once tienen cargos por actividades terroristas y ocho continúan en detención provisoria.