Internacional

Cuando me liberaron... fue el mejor día de mi vida: Omer Shem Tov, sobreviviente a ataques terroristas de Hamás en Israel

Con voz firme, aseguró que lo único que le permitió resistir fue la certeza de que volvería a casa y abrazaría a su familia.

Omer Shem Tov pasó más de 500 días cautivo de Hamás en Gaza, encerrado en túneles y celdas diminutas, sometido al hambre y a la violencia. Fue uno de los sobrevivientes del ataque terrorista al festival Nova en Israel, el 7 de octubre de 2023, y hoy recorre el mundo para contar lo que vivió en cautiverio y lo que significa recuperar la libertad.

En entrevista, relató el momento de su liberación, la fuerza que encontró en la fe y la importancia de las pequeñas cosas que antes daba por sentado. Con voz firme, aseguró que lo único que le permitió resistir fue la certeza de que volvería a casa y que, tras sobrevivir, lo más valioso es abrazar a su familia y sentir el sol en la piel.

Shem Tov no se guardó palabras para describir a los terroristas que lo mantuvieron en cautiverio. Dijo que “no son humanos” y denunció que Hamás roba la ayuda humanitaria para revenderla y financiar armas, lo que a su juicio es la causa del hambre en Gaza. Frente a los cuestionamientos por las muertes de mujeres y niños, respondió que Israel hace esfuerzos por evitar víctimas civiles, aunque reconoció que la guerra deja sufrimiento de ambos lados.

Aquí puedes ver la entrevista: 


Omar Shem Tov
Omer Shem Tov recorre el mundo para contar lo que vivió en cautiverio. | Foto: Araceli López

Alejandro Domínguez (AD): ¿Qué recuerdas del día de los ataques terroristas de ese día?

"Para nosotros era solo una fiesta, nos divertíamos, bailábamos. A las 6:29 de la mañana Hamás empezó a atacar Israel. Primero vimos misiles en el cielo. En Israel eso es común, cada cierto tiempo hay ataques, así que no entramos en pánico. Apagaron la música y nos dijeron que evacuáramos al estacionamiento. Caminamos tranquilos, sin gritos ni carreras. Todos mis amigos se fueron en sus autos, excepto Itai y yo. Con el tiempo comprendimos que no era un ataque cualquiera", narró Omar Shem Tov. 
"Recuerdo que nos subimos al vehículo y empezamos a manejar. Había tráfico y de repente escuché a una chica gritar por teléfono: '¡Han disparado a mi amiga, han disparado a mi amiga!'. En ese momento abandonamos los autos y comenzamos a correr por nuestras vidas. Cruzamos un campo abierto enorme, con disparos desde todas partes, norte, sur, este, oeste". 
"La gente caía muerta a nuestro alrededor. En un punto recibí una llamada de un número desconocido. Era Ori Danino, a quien apenas había conocido unas horas antes. Había salido de la zona de peligro y me pidió que le mandara mi ubicación. Regresó a buscarnos. Reconocimos su vehículo, subimos y comenzamos a manejar".
"Al dar una vuelta, dos camionetas de Hamás bloquearon el camino y abrieron fuego. Me agaché y escuché a Maya, que hablaba con su padre por teléfono. Gritaba: 'Papá, me han disparado, me han disparado, me voy a morir. Te amo, te amo'".
"Ori salió corriendo, sobrevivió unas horas pero lo capturaron y, tras 11 meses de cautiverio, Hamás lo asesinó. Luego vinieron hacia nuestro auto dos hombres armados. Rompieron las ventanas, me sacaron a golpes, me escupieron, me ataron las manos. A Maya y a Itai los arrastraron fuera, ambas heridos de bala en las piernas. Maya tenía la pierna colgando, sostenida apenas por pedazos de carne. En Gaza los médicos le cosieron mal la pierna. Hoy, casi dos años después, sigue sufriendo. Ya lleva nueve cirugías. Nos mantuvieron en el suelo unos minutos y después nos llevaron a Gaza".

—Durante el cautiverio, ¿cuáles fueron los momentos más duros?—

"Lo más duro comenzó cuando liberaron a Maya e Itai en la primera fase del acuerdo y yo me quedé solo. Me trasladaron a túneles. El primero estaba a 40 metros bajo tierra. Caminé más de una hora hasta llegar a una celda diminuta, tan pequeña que no podía ponerme de pie ni extender los brazos. Pasé 50 días allí. Me moría de hambre. Me trataban como a un perro".

—¿Cómo mantenía la esperanza y la fuerza ahí dentro?—

"Mi fe se hizo más fuerte desde el primer día. También pensaba en mis padres, en que estaban a salvo. Nunca dudé que regresaría. Nunca me rendí, ni me comporté como víctima, aunque me trataran como tal".

—¿Qué le daban de comer?—

"Dependía del periodo. En esa etapa de 50 días, la primera semana era un pedazo de pan con un poco de queso al día. Luego bajó a un cuarto de pan. Y así sobreviví".

—¿Qué recuerda del día en que lo liberaron?—

"Lo recuerdo todo como si fuera ayer. Después de estar solo 450 días fue el mejor día de mi vida. Recuerdo subir al escenario de la ceremonia de liberación, llegar a la zona segura del ejército israelí, ver a los soldados, cruzar la frontera y abrazar a mis padres. Fue pura felicidad después de 505 días en la oscuridad".

—¿Sabía qué día era dentro del túnel?—

"Al inicio contaba los días. Luego perdí la noción porque bajo tierra no hay día ni noche".

—¿Cuándo decidió contar su historia?—

"Primero se la conté a mi familia en el hospital. Nueve días después viajé a Washington D.C. para reunirme con el presidente de Estados Unidos y contar un poco, para pedir por los rehenes que aún quedan. Creemos que al menos 20 siguen vivos. Ellos y sus familias viven un infierno".
Omar Shem Tov
Omer Shem Tov pasó más de 500 días cautivo de Hamás en Gaza. | Foto: Araceli López

—¿Qué lecciones aprendió sobre la resiliencia y el espíritu humano?—

"Aprendí que el ser humano necesita apoyarse en algo, para mí fue Dios. Hoy lo que más aprecio son las pequeñas cosas: el tiempo con mi familia, con mis amigos, sentir el sol. Eso es lo que importa".

—¿Qué quiere hacer ahora con su vida?—

"Por ahora dedico todo mi tiempo a trabajar por los rehenes. Pero cuando regresen, quiero cumplir mi sueño: ser actor".

—Pero primero necesita ser realista—

"Sí. Ni yo ni Israel podremos sanar hasta que todos los rehenes vuelvan a casa. Cada día pienso en ellos. Cuando me baño, pienso en los que no pueden hacerlo. Cuando como, pienso en los que no tienen comida. Mientras el resto no vuelva, no podremos empezar a sanar".

—¿Qué les diría a los terroristas que aún mantienen rehenes?—

" No son humanos. He visto cómo tratan a los rehenes y también a su propia población. Se habla de hambre en Gaza, pero lo que yo vi fue que la ayuda humanitaria entraba, y Hamás se la robaba. Yo mismo cargué cajas de la ONU para ellos, mientras la comida se pudría en túneles. Arriba había gente necesitada, pero Hamás acaparaba los víveres y los revendía para financiar armas. Si hay hambre en Gaza, es por Hamás, no por Israel".

—Sí, pero mueren mujeres y niños. ¿No ve ninguna responsabilidad de Israel?—

"Israel trata de evitar víctimas civiles. Sus ataques son dirigidos a individuos específicos. Sí, muere gente, porque es una guerra, pero los terroristas se esconden entre la población. La responsabilidad es de Hamás. Israel intenta hacer todo lo posible para no dañar a civiles".



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Alejandro Domínguez
  • Alejandro Domínguez
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  • Periodista por pasión. Dirijo y conduzco #AlexEnNotivox L-V #22hrs. Escribo la columna #RecuentoDeLosDaños cada martes. Profesor en la Universidad Iberoamericana
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