El Senado de Estados Unidos adoptó hoy nuevas sanciones contra Corea del Norte en respuesta a su cuarto ensayo nuclear, una ley que aún debe ser aprobada por la Cámara de Representantes.
Los senadores se pronunciaron a favor del texto por unanimidad (96 votos). La ley hace obligatorias las sanciones existentes contra toda persona o empresa que ayude al régimen de Pyongyang, especialmente en lo que refiere a adquirir materiales para fabricar armas de destrucción masiva.
Los senadores Ted Cruz y Marco Rubio, candidatos en las primarias presidenciales del partido Republicano, regresaron a Washington enseguida después de las elecciones de New Hampshire para votar esta propuesta de ley. La Cámara de Representantes adoptó una resolución similar el 12 de enero, por 418 votos contra 2. Y ahora debe volver a votar la versión del Senado.
Japón anuncia sanciones
Asimismo, Japón anunció también hoy nuevas sanciones contra Corea del Norte tras el lanzamiento el domingo por Pyongyang de un cohete, en violación de varias resoluciones de Naciones Unidas.
Estas medidas incluyen la prohibición de acceso a los puertos japoneses a los barcos norcoreanos e incluso a navíos de "terceros países" que estuvieron en Corea del Norte, indicó el gobierno nipón en un comunicado.
Por su parte, Corea del Sur anunció hoy que suspenderá las operaciones en el complejo industrial intercoreano de Kaesong, en respuesta al ensayo nuclear y al disparo de un cohete norcoreanos. El complejo de Kaesong fue creado en 2004 como símbolo de la reconciliación transfronteriza en la península coreana.
Es la primera vez que las actividades de este complejo, financiado por Corea del Sur, son suspendidas por el gobierno de Seúl. Sin embargo en 2013 Corea del Norte lo cerró durante cinco meses, en otro momento de tensión en la península, tras otro ensayo nuclear llevado a cabo por Pyongyang.
"Hemos decidido detener todas las operaciones en el complejo de Kaesong para que (...) el Norte no utilice nuestras inversiones para financiar su desarrollo nuclear y balístico", declaró en rueda de prensa el ministro de Unificación, Hong Yong-Pyo.
El complejo, ubicado del lado norcoreano a unos 10 km de la frontera, ha permitido que el aislado y empobrecido Estado del Norte obtuviera divisas extranjeras. Kaesong alberga a 124 compañías surcoreanas y emplea a unos 53 mil empleados norcoreanos.
El gobierno y las empresas surcoreanas han invertido en este proyecto a lo largo de estos años unos 837 millones de dólares, según Hong. El ministro añadió que ese dinero ha sido utilizado por Pyongyang para llevar a cabo sus ensayos nucleares, unánimemente condenados por la comunidad internacional.
"Todo nuestro apoyo y nuestros esfuerzos han sido utilizados por el Norte para desarrollar sus cohetes nucleares y sus programas de misiles", afirmó. Los empresarios surcoreanos que trabajaban en el lugar --hoy había en total 184- han recibido la orden de regresar, según Hong. El ministro precisó que el gobierno surcoreano ha notificado al Norte esta decisión.
"Pedimos a todos que comprendan nuestra decisión, que era inevitable teniendo en cuenta la gravedad de la situación en la península coreana", explicó Hong. Kaesong fue resultado de la "diplomacia del rayo de sol", conducida por Corea del Sur de 1998 a 2008 para alentar los contactos entre ambos hermanos enemigos.
Nuevo desafío norcoreano
Pero Corea del Norte llevó a cabo el domingo pasado el lanzamiento de un cohete que, según la televisión oficial norcoreana, transportaba un satélite de observación de la tierra.
Este lanzamiento, que viola múltiples resoluciones de Naciones Unidas, aparece como un nuevo desafío para la comunidad internacional que tiene ya dificultades en sancionar a Pyongyang tras su cuarto ensayo nuclear llevado a cabo el pasado 6 de enero.
El lanzamiento del cohete fue presentado por Pyongyang como una misión espacial, pero la comunidad internacional lo ha condenado por ser un ensayo camuflado de misil balístico, que tendría como objetivo obtener un arsenal nuclear capaz de golpear territorio estadunidense.
Como respuesta, Estados Unidos anunció su deseo de instalar en Corea del Sur "tan rápidamente como sea posible" su sistema antimisiles THAAD (Terminal High Altitude Area Defense), al que China se opone firmemente.
También Rusia expresó su preocupación al respecto, y este miércoles advirtió contra una posible "carrera armamentística" en la península coreana tras la voluntad de Washington de desplegar en ella su sistema antimisiles THAAD.
"La instalación de elementos del sistema global de defensa antimisiles estadunidense en la región (...) puede provocar una carrera armamentística en el noreste de Asia y complicar aún más la solución del problema nuclear en la península coreana", indica el ministerio ruso de Exteriores en un comunicado.
Corea del Norte aseguró a principios de enero haber realizado su primer ensayo de una bomba de hidrógeno, más potente que una bomba atómica común, como muestra de su determinación de avanzar en su programa nuclear. El régimen de Pyongyang ya está sometido a sanciones internacionales y estadunidenses adoptadas luego de tres ensayos nucleares anteriores, en 2006, 2009 y 2013.