El líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, un político desconocido hace dos años y que busca encarnar la renovación, será el encargado de intentar formar un gobierno para terminar con seis semanas de bloqueo, luego de que los conservadores no obtuvieron el apoyo necesario.
Al término de una segunda ronda de consultas, tras las elecciones legislativas del 20 de diciembre, el rey Felipe VI encargó la tarea a Sánchez, un ex profesor de Economía de 43 años y primer secretario general del PSOE elegido en primarias, hace año y medio, quien considera que necesitará "entre tres y cuatro semanas" para la negociación.
El partido socialista, que llegó segundo en los comicios con 90 de los 350 diputados tras el conservador Partido Popular (PP) del mandatario saliente Mariano Rajoy, hablará "con todas las formaciones políticas, porque el cambio no es solo un cambio de personas, tiene que ser un cambio de políticas", aseguró Sánchez.
Dijo también que propondrá medidas de mejoras en las condiciones de trabajo, en los sistemas educativo y sanitario y en la lucha contra la corrupción. También una reforma de la Constitución para crear un Estado federal donde encajen mejor regiones como Cataluña, donde crece el independentismo.
Las legislativas de diciembre vieron la entrada en el Parlamento de dos formaciones emergentes —Podemos de izquierda radical y Ciudadanos de centro-derecha—, que pusieron fin al histórico bipartidismo PP-PSOE y dejaron una cámara muy fragmentada.
Hasta ahora la situación se encuentra bloqueada: Rajoy (119 diputados) insistió sin éxito en pedir un pacto a tres con PSOE y Ciudadanos (40), mientras Sánchez se negó a emprender conversaciones para intentar formar gobierno hasta que se lo pidiera el monarca.
"No puedo entender cómo se puede hacer esperar a los españoles de esta forma", dijo poco antes indignado el líder de Podemos (69 diputados), Pablo Iglesias, que hace dos semana lanzó una propuesta de ejecutivo de coalición al PSOE y que aún no recibe respuesta.
Esta incertidumbre es inédita en España: desde el retorno de la democracia en 1978, tras el fin de la dictadura franquista (1939-75), todos los gobiernos se habían formado un mes y medio después de los comicios a más tardar.
La misión de Sánchez se presenta ardua, ya que Podemos y Ciudadanos se excluyen mutuamente de un pacto de gobierno y la aritmética parlamentaria hace necesario el apoyo de los independentistas catalanes con los que el líder socialista no quiere negociar.
Se enfrenta además a las duras críticas de algunos líderes (llamados "barones") de su partido, contrarios a pactar con Podemos, formación fundada en enero de 2014 que amenaza con arrebatarles el liderazgo de la izquierda. Acusan a Iglesias de "chantaje" por haber pedido puestos clave en el gobierno para su organización y para su aliado Izquierda Unida (2 diputados).
Intentando reforzar su cuestionado liderazgo, Sánchez anunció sorpresivamente el sábado que cualquier pacto de gobierno será sometido al voto de militantes socialistas.
"No me ofreció formar ejecutivo": Rajoy
El presidente del gobierno español en funciones, Mariano Rajoy, dijo ayer, a su salida del Palacio de la Zarzuela, que el rey Felipe VI no le ofreció intentar formar un Ejecutivo al finalizar las consultas con las fuerzas políticas en busca de un candidato a la investidura.
"El rey no me ha ofrecido formar gobierno", informó. El líder del Partido Popular (PP) carece del apoyo necesario para ganar una votación en el Congreso de los Diputados. Hace casi dos semanas declinó la oferta del monarca por la misma razón.
Rajoy insistió ante el monarca y luego ante la prensa en su propuesta de gran coalición con el PP, el PSOE y los liberales de Ciudadanos. Y aseguró que no hay opción de que su formación presente a otro candidato que no sea él para una investidura.
"Creo que este gobierno tiene todo el sentido porque estas fuerzas políticas están de acuerdo en los grandes temas que preocupan a los españoles", manifestó.
DPA/Madrid