Internacional

El Talibán "como un coronavirus, peligroso para todo el mundo", alerta refugiado

El poeta y escritor afgano Bashir Eskandari pide a los gobiernos de todo el mundo mirar con lupa las acciones del régimen talibán; "vienen de una tribu en la que piensan que todo el mundo tiene que ser como ellos, sin cultura, sin nada".

Bashir Eskandari originario de Ghazni, Afganistán, nacido en 1983
es un poeta, escritor y analista político graduado en la Universidad Autónoma de Barcelona. También es miembro de la minoría hazara sobreviviente del régimen talibán.

Fue en 1997 cuando, junto a su familia, decidió abandonar su tierra. Esa misma en la que “tres veces” perdió “todo” y tuvo que volver a “empezar de cero”. Afganistán se encontraba bajo el mando talibán (1996-2001) que inició la persecución a la etnia hazara apenas llegar al poder. La familia Eskandari tuvo que ingeniárselas para no llamar la atención.

“Las mujeres van tapadas. Mi madre y mis hermanas no pueden enseñar la cara pero nosotros (los hombres), como tenemos un físico diferente a la otra raza, nos tuvimos que tapar hasta la nariz para que los talibanes no nos la vieran”, explica Bashir.

Los hazara, una de las minorías más perseguidas en Afganistán, son descendientes de las tribus turcas y mongolas que ocuparon la región central del país, por lo que cuentan con características físicas orientales además de tener la piel clara.

“Si ellos lo bajan (el velo) y nos veían nos mataban” confiesa el poeta, que logró “salir con dificultades de Afganistán a Irán” pagando a “traficantes (de personas) iraníes para que nos dejaran pasar. Luego de Irán, pagamos a los traficantes kurdos para entrar en Turquía y luego a otros en Grecia”, y así hasta llegar a Barcelona, donde reside actualmente.

Tres años tardó en llegar a tierras españolas. Tres años en los que puso su vida en manos de las mafias que lucran con el contrabando humano.

“Muchas minorías afganas se han perdido en Europa; miles de niñas y niños afganos que no sabemos dónde están. Están en manos de los traficantes que venden sus cuerpos”, afirma. “Yo ayer en la noche tuve pesadillas” dice con una tímida sonrisa en el rostro, de esas que te reflejan más el nerviosismo de una persona que otra cosa. “Mi familia está dentro”. Hace una pausa y continúa: “están locos... es muy complicado... ¿cómo puedes perder tu vida, tu negocio ¡todo! en sólo dos semanas?” vuelve a sonreír mientras se rasca la cabeza.

“Esto es cada día más complicado porque tenemos menos tiempo”, se lamenta por la fecha límite impuesta a Estados Unidos para desalojar el aeropuerto de Kabul, el próximo 31 de agosto.

“La comunidad internacional no pueden dejar al pueblo afgano en manos de un grupo terrorista”, señala el hoy presidente de la Asociación Cultural de Afganos en Cataluña, que ha sufrido junto con su etnia el asedio talibán. “El talibán es como un coronavirus; es peligroso para todo el mundo”, señala y explica que “vienen de una tribu que no respetan a las mujeres, no las educan y piensan que todo el mundo tiene que ser como ellos, sin cultura, sin nada”.

Históricamente, los chiítas hazaras fueron relegados y catalogados como una raza inferior en Afganistán. Sin embargo, son un pueblo políticamente activo que han logrado avances en educación y cultura. En el siglo XIX representaban el 67 por ciento de la población afgana. Entre 1890 y 1893 el líder sunita pastún Amir Abdur Rahman Khan les declaró la guerra asesinando a más de la mitad de la población.

Mientras unos escaparon, otros fueron vendidos como esclavos. A las mujeres se les obligó casarse con hombres pastunes.

“Ellos quieren crear mayoría, eliminar otras etnias, gobernar con una sola, el pastún. El (idioma) persa y el darí están prohibidos. Cambiaron todo; la moneda, el sonido nacional. Los papeles oficiales ahora están en pastún, pero el 60 por ciento de los afganos hablan darí. ¿Por qué han cambiado todo esto? Por qué no quieren otra cultura, otras religiones, otro idioma, no quieren otras etnias. Esto es peligroso”, señala.

Aquél período está descrito como “el genocidio de la historia moderna de Afganistán”. El éxodo hazara de mayor relevancia llegó con la invasión de la Unión Soviética en 1979 y durante diez años de guerra, hasta 1989, cuando las tropas soviéticas abandonaron el país, fue el grupo con más solicitudes de asilo.

Se estima que 15 mil hazaras perdieron la vida bajo el gobierno talibán entre 1996 y 2001. Hoy en día, son sólo el 20 por ciento de la población afgana, en su mayoría tayikos y uzbekos.

“Antes, los talibanes tenían poco poder (a nivel mundial)”, comenta Bashir, “pero atacaron en Nueva York el 11 de septiembre y ahora cada día es peor”. El escritor pide a los gobiernos occidentales no confiar en los talibanes, pues considera que el problema no es sólo de Afganistán.

“En toda Europa hay talibanes y desde aquí les mandan dinero y ayuda. También hay los que trabajan dentro de las embajadas de Afganistán. Los están apoyando y el mundo lo tiene que saber. Este es un grupo muy listo que durante 30 o 40 años aprendió muchas cosas de inteligencia de otros países como Pakistán; son muy profesionales. Tienen mano con todo los grupos terroristas en el mundo, tienen armas de América, armas de OTAN están muy bien armados”, advierte.
“Somos 38 millones de personas en manos de un grupo terrorista. Ellos dicen que tienes siete días (para salir del país). Entonces, ¿qué? ¿el mundo los tienen que escuchar a ellos? Así no puede funcionar”, concluye.

dmr 

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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