Miles de manifestantes invadieron este jueves las gobernaciones de varias regiones del oeste de Ucrania para presionar al poder a escala provincial.
Los gobernadores son nombrados por el presidente Viktor Yanukovich y son impopulares en esta parte del país de habla ucraniana y en su mayoría favorable al movimiento de contestación pro europeo lanzado hace dos meses a Ucrania.
Un millar de manifestantes se congregaron delante de la gobernación de la región de Lviv, la principal ciudad del oeste, a los gritos de "revolución".
Los manifestantes consiguieron entrar al edificio en busca del gobernador Oleg Salo y no le permitieron salir si no dimitía.
Salo firmó un documento en el que pedía su propia destitución y se lo tendió a los manifestantes.
Una vez libre, Salo, muy impopular en esta ciudad cercana a la frontera polaca, se retractó de inmediato y aseguró que actuó presionado.
Medio millar de manifestantes iban a pasar la noche en el lugar y se organizaban en "unidades de autodefensa" para impedir que el gobernador trabaje este viernes.
Acciones similares tuvieron lugar en otras regiones del oeste -Ternopil, Rivne, Jitomir, Khmelnitski-, que han alimentado masivamente desde hace dos meses las filas de los manifestantes en Kiev.