Los obispos de América deben aprender de las experiencias de los jerarcas católicos estadunidenses sobre cómo enfrentaron los casos de pederastia cometidos por sacerdotes y establecer normas claras para evitar que éstos se repitan, afirmó el cardenal Sean O’Malley, arzobispo de Boston.
Tras los abusos sexuales cometidos por algunos sacerdotes contra menores, la Iglesia católica ha aprendido una lección muy dura, de tal manera que “la seguridad y protección de los niños tiene que ser una prioridad”, puntualizó.
En el encuentro Nuestra Señora de Guadalupe, Estrella de la Nueva Evangelización, que se realiza en la Plaza Mariana, O’Malley destacó que “la Iglesia está ahora esforzándose para recuperar la confianza de nuestro pueblo”.
Y abundó que “nos preocupa que otras conferencias de obispos aprendan de nuestra experiencia y establezcan normas claras” en referencia a la “Carta para la Protección de Niños y Jóvenes”, elaborada por la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, en donde se establecen con líneas para el cuidado pastoral, la transparencia y la prevención de futuros actos de abusos.
El cardenal tocó el tema de los abusos sexuales de sacerdotes y sorprendió a los asistentes, porque el título de su ponencia era “Cultura y sociedad en el continente americano: misión y contribución de la Iglesia para renovarse de una manera profunda”.
La Arquidiócesis de Boston una de las diócesis estadunidenses que pagó sumas millonarias a víctimas de abuso sexual por parte de sacerdotes, inició un trabajo de “reconciliación” con su feligresía y ésta, comentó O’Malley, ha visto que “tomamos en serio nuestra responsabilidad y sobre todo en la protección a los niños”
De esta forma, dijo a MILENIO, los fieles responden positivamente; en la actualidad los seminarios se encuentran llenos y los fieles tienen esperanza por lo que han continuado asistiendo a las iglesias.
La fe no es bagaje cultural
El “problema capital” de la pérdida de fe es que se transmitió como bagaje cultural, como educación de valores, que se confundió con las propuestas impulsadas por las sectas, afirmó el cardenal Francisco Robles Ortega. Por eso la Iglesia católica debe demostrar que a quien sigue “no solo es un recuerdo melancólico”, abundó.
Durante el encuentro Nuestra Señora de Guadalupe, Estrella de la Nueva Evangelización señaló que las dificultades para transmitir la fe en el continente en su opinión se deben a una nueva sensibilidad que intenta explicar diferentes alternativas religiosas como si fueran parte de las opciones que brinda el mercado, “aspecto en el que se detecta la reducción de lo religioso a lo simplemente estético”.
Pobreza vergonzosa
En su exposición el cardenal Óscar Andrés Rodríguez Marariaga, de Honduras, señaló que la pobreza, violencia e inseguridad, así como el incremento anual del Producto Criminal Bruto son realidades que comparten los países de la región, así como “la concentración de las riquezas, de la propiedad de la tierra, el poder y hasta la educación en manos de un sector privilegiado de la sociedad, siguen siendo rasgos comunes y vergonzosos de Latinoamérica”.
“El descontento y el enfrentamiento constante”, a consecuencia de las desigualdades, “generan violencia, sufrimiento y deterioro de las condiciones de vida, en vez de lograr cambios significativos que eleven la calidad de vida en las sociedades latinoamericanas” por lo que hace falta trabajar en la Nueva Evangelización.
Por la noche, en la vigilia Mariana, el cardenal Norberto Rivera Carrera colocó a los pies de la imagen de la Virgen de Guadalupe el ramillete de rosas que el papa Francisco le obsequió.