Un día después de que se firmara el acuerdo de investidura entre el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Ciudadanos (C’s, centro-derecha), y de que Podemos (extrema izquierda) se levantara de la mesa de negociación e Izquierda Unida (IU) y Compromís (izquierda) no apoyaran el pacto, el líder socialista, Pedro Sánchez, recordó a Podemos que el objetivo debe ser echar de la presidencia a la derecha que representa Mariano Rajoy.
“Es curioso que Podemos sea el último en sentarse a la mesa y el primero en levantarse. La línea roja de los partidos de izquierdas debería estar en poner fin al Gobierno de Mariano Rajoy y del PP, así que sería incomprensible para los votantes de Podemos y de izquierdas que el día de la investidura Pablo Iglesias y su partido voten con Rajoy contra un candidato socialista”, declaró Sánchez.
Insistió en que el PSOE tiene “la mano tendida” a seguir negociando con Podemos porque cree que hay “mucho terreno en común”, al margen de lo que, a su juicio son “las tres únicas propuestas que se le conocen a Pablo Iglesias desde las elecciones”.
Se refería, en concreto, a la vicepresidencia que reclama Iglesias, a “la ruptura de España con el referéndum de Cataluña” y un aumento “explosivo” del gasto público imposible “que rompería la estabilidad presupuestaria y pondría en riesgo la recuperación”. También aclaró que tampoco se puede “poner sobre la mesa” el “control de los policías y los jueces” que, a su modo de ver, quiere Podemos.
Según dijo, el acuerdo que PSOE y Ciudadanos firmaron es un pacto “abierto, que no confronta, que convoca, y que no excluye” porque lo firmaron un partido de centro derecha y otro de centro izquierda y añadió que en él “hay mucho avanzado” pero que siguen tendiendo la mano a Podemos.
No obstante, cuando se le preguntó si hay cosas que aún son negociables, respondido que “hay muchas reformas progresistas y reformistas”. En concreto, apuntó que Podemos, el PSOE y Ciudadanos comparten la necesidad de una reforma fiscal y que en el acuerdo se contempla la posibilidad de crear un impuesto a las grandes fortunas, y también la mejora de las cuotas a la Seguridad Social a los autónomos.
Sin embargo, ha lamentado que hasta ahora ha habido “dos acuerdos, uno del PSOE y Ciudadanos por el cambio progresista y reformista y uno por el bloqueo entre el PP y Ciudadanos”.
También insistió a los dirigentes de Podemos que desde el día 21 de diciembre –un día después de las elecciones- está claro que los partidos de izquierdas no suman más que los de derechas, así que hay que “trabajar bajo otra lógica, la del cambio” y por eso llamó a la “unidad de las fuerzas del cambio”.
Rivera buscará a Rajoy
De otro lado, Ciudadanos enviará al Partido Popular el acuerdo alcanzado con el PSOE con vistas a reunirse con los populares y tratar de que se sumen al pacto antes del próximo 5 de marzo, fecha prevista para la segunda votación del debate de investidura del socialista Pedro Sánchez. La primera sesión será el 1 de dicho mes.
Así lo manifestó el líder de la formación naranja, Albert Rivera, en una entrevista concedida en televisión. Según el líder catalán, el documento firmado incluye muchos aspectos asumibles por Mariano Rajoy y los votantes del PP.
Sin embargo, mientras Rivera solicitaba verse con los populares, el PP dio a conocer que planea posponer cualquier negociación con el resto de formaciones políticas después de la fecha señalada, el 5 de marzo, ya que consideran que la investidura de Sánchez está abocada al fracaso al no sumar los apoyos suficientes y espera turno para que Rajoy opte a la investidura, aunque antes debe proponérselo el Rey Felipe a quien ha dicho en dos ocasiones que no por falta de apoyo.
Rivera recalcó que el problema del PP es que quiere presidir el Gobierno cosa que, advirtió, estaría muy bien si Rajoy no hubiera rechazado ir a la investidura cuando se lo planteó el jefe del Estado. “Es que el Rey se quedó...”, recordó el joven político, y señaló una y otra vez a Rajoy que no puede no querer gobernar y al mismo tiempo impedir que gobierne otro.
Por ello, defendió que Pedro Sánchez asumió el papel que no quiso asumir Rajoy, y que tanto socialistas como Ciudadanos trabajan para que haya Gobierno y puedan hacerse reformas. Es más, negó que su partido esté actuando por electoralismo, porque “con 40 diputados y las encuestas subiendo sería más cómodo quedarse en un rincón y decir que no a todo”, como hace Mariano Rajoy.