El autor del atentado contra una discoteca de Estambul cometido la noche de Año Nuevo, que provocó 39 muertos, la mayoría turistas extranjeros, rehusó declarar al iniciarse hoy su juicio ante un tribunal turco.
Abdulkadir Masharipov, un uzbeko que había confesado haber cometido este ataque reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), comparece junto a 56 presuntos cómplices en este proceso abierto en Silivri, cerca de Estambul.
Rodeado de policías, rehusó responder a las preguntas del juez, invocando su derecho al silencio.
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El fiscal de Estambul requirió 40 veces cadena perpetua contra Masharipov, que tenía 34 años en el momento de los hechos. Está acusado de "homicidios voluntarios" y de "intento de derrocar el orden constitucional".
Una de sus esposas, Zarina Nurullayeva, figura entre las 56 personas citadas en el acta de acusación. La mayor parte de ellas están en detención provisional.
El juicio se inició casi un año después de este atentado que conmocionó a un país, que esperaba pasar página a un año 2016 traumatizante, marcado por una ola sin precedentes de atentados y una intentona de golpe de Estado.
Poco después de la 1:15 locales, en la noche de Año Nuevo, un hombre armado con un fusil de asalto irrumpió en la célebre discoteca Reina de Estambul, abatió a dos personas a la entrada antes de ingresar en el interior y sembrar la muerte.
Para muchos observadores, la captura de Masharipov permitió a las autoridades seguir la pista y desmontar varias células del EI. Turquía no ha sido golpeada por ningún atentado mayor desde el ataque contra la discoteca.
Se trató del primer atentado reivindicado de forma directa por el EI, aunque Ankara imputó a esta organización yihadista otros ataques, en especial el atentado contra el aeropuerto Ataturk de Estambul en junio de 2016 (46 muertos).
JOS
