Miles de médicos formaron el martes líneas de piquetes ante hospitales de toda Inglaterra, en la primera huelga general en la historia del Servicio Nacional de Salud.
La huelga, que se extenderá durante dos días, supone la primera vez que una protesta laboral afecta a los servicios de emergencias.
Los paros reflejan el estancamiento de las negociaciones entre el gobierno y los médicos jóvenes, que son médicos con hasta 10 años de experiencia. El secretario de Sanidad, Jeremy Hunt, ha pedido a los médicos que no abandonen la cobertura de urgencias, pero insistió en que el gobierno no se vería "chantajeado" para retirar su plan de reforzar los servicios médicos en fin de semana, una promesa electoral.
"Es el día más triste de mi vida profesional. Como médico, nunca pensé que tendría que abandonar mi estetoscopio e ir a la huelga. Pero el gobierno se niega a escucharnos", dijo a la AFP Fiona Martin, reunida con otros compañeros ante el hospital londinense de Saint Thomas, muy cerca del parlamento británico.
"No es una cuestión de salarios, es una cuestión de atender bien a los pacientes", agregó, en alusión a la reinvidicación de mayor financiación y más personal, en un contexto de envejecimiento y crecimiento de la población.
Más de 125 mil citas y operaciones se cancelaron y tendrán que reprogramarse debido a la huelga, iniciada por la disputa entre el gobierno y el Colegio Británico de Médicos.