Trece pasajeros de un autobús que viajaba al sur de Afganistán fueron asesinados por hombres armados esta madrugada en la provincia de Wardak, cerca de la capital Kabul, informaron responsables locales.
"Hacia la 01:00 horas de la madrugada, un grupo de hombres armados abrió fuego contra los pasajeros de un autobús en Aftasyab, en la provincia de Wardak, matando a 13 personas, entre ellas una mujer", dijo a la AFP Ataulá Jogyani portavoz del gobernador de la provincia.
En un comunicado firmado por su portavoz oficial, Zabiula Mujahid, los talibanes afganos negaron este martes estar implicados en el ataque, cometido en una zona donde sin embargo los insurgentes están bien implantados.
El vicegobernador de la provincia vecina Ghazni, Mohammad Ali, en contacto estrecho con las autoridades de Wardak, confirmó la matanza y aseguró que los terroristas "eligieron" a las víctimas entre los pasajeros del ómnibus antes de matarlos "uno por uno".
Según la misma fuente, los investigadores verificaban si las víctimas pertenecen a una comunidad étnica o religiosa como los musulmanes chiitas de la etnia hazara, que han sido objeto recientemente a violencia sectaria.
El 24 de febrero pasado, hombres armados encapuchados secuestraron a una treintena de chiítas de la etnia hazara, fácilmente reconocibles por sus rasgos asiáticos, que viajaban por el centro de Afganistán.
Musumanes sufíes, una corriente mística del islam que históricamente ha estado en el polo opuesto de los fundamentalismos, también fueron blanco el 7 de marzo último de una extraño ataque contra una mezquita de Kabul. Al menos seis personas perdieron la vida, entre ellos, el jefe espiritual sufí de la comunidad en la capital.