La campaña para las elecciones del domingo en Guatemala llegó hoy a su fin, con el ex presidente Otto Pérez, quien renunció bajo cargos de corrupción, detenido a la espera de que un juez decida si plantea cargos formales en su contra.
Una audiencia para determinar si Pérez sería procesado fue suspendida por el juez Miguel Angel Gálvez, quien dejó su decisión pendiente hasta el martes, 8 de septiembre. El ex presidente deberá guardar prisión provisional hasta ese día en el cuartel militar de Matamomoros, en la capital guatemalteca.
El ex jefe de Estado permanecerá en prisión provisional en la cárcel del cuartel militar Matamoros, en la capital, a donde ingresó ayer por orden de Gálvez, que dictó esa medida para garantizar la continuidad de la audiencia y resguardar la seguridad de Pérez Molina, según explicó el magistrado.
El juez afirmó hoy, en la primera audiencia de declaración del ex gobernante, que necesita tiempo para dar su veredicto en vista de que los alegatos presentados por el abogado defensor, César Calderón, "tienen cierta lógica".
"Me siento triste", dijo Pérez al salir de la audiencia de mas de cinco horas, cuando periodistas le consultaron cómo se sentía de pasar otros tres días detenido, después de ser remitido el jueves al cuartel.
La detención impedirá a Pérez votar en las elecciones del domingo para escoger al nuevo presidente, 158 diputados, 338 alcaldes y 20 representantes al Parlamento Centroamericano.
Pérez, un general retirado de 64 años, citó su historia de militar durante la guerra civil de Guatemala (1960-1996) y como jefe de inteligencia castrense para defenderse de los cargos planteados por la Fiscalia de dirigir una red que cobraba sobornos para evadir impuestos aduaneros.
El esquema de corrupción fue destapado en abril pasado por la Fiscalía y la comisión de la ONU contra la impunidad en Guatemala (CICIG), y provocó airadas manifestaciones populares en demanda de la renuncia de Pérez y su vicepresidenta Roxana Baldetti, quien dejó el cargo en mayo pasado.
Captura del "Chapo" Guzmán
El ex presidente recordó que en junio de 1993, cuando era jefe de inteligencia militar, dirigió una operación que permitió capturar en Guatemala al narcotraficante mexicano Joaquín "Chapo" Guzmán.
Destacó que en ese momento, Guzmán y su gente ofrecieron una recompensa a cambio de su libertad, muy superior al dinero que según la Fiscalía recibió del esquema de corrupción, y que la rechazó. La Fiscalía dice que la red de corrupción recibió sobornos equivalentes a 3.8 millones de dólares, de los cuales 800 mil habrían correspondido a Pérez.
"Yo, señor juez, no voy a poner mi sacrificio y dignidad en juego ni por 800 mil dólares ni por ninguna cantidad. El dinero que pude haber recibido en el momento de la captura (de Guzmán) era diez veces o más que eso, y no lo acepté", remarcó Pérez.
Su abogado César Calderón, en una airada defensa del ex mandatario, pidió al juez Gálvez recusarse de conocer el caso por haber emitido previamente una opinión contraria a Pérez. Gálvez dijo que respondería a la petición el próximo martes.
El juez dijo que analizará todos los medios de prueba que se han presentado durante la audiencia, que culminó hoy tras dos días, y en la que la Fiscalía pidió ligar a proceso a Pérez Molina por el caso de la red de fraude aduanero "La Línea", mientras que el exgobernante insistió en su inocencia.
La Fiscalía imputó a Pérez Molina los delitos de asociación ilícita, cohecho pasivo y caso especial de defraudación aduanera. El abogado Calderón aseguró que Pérez Molina no pudo cometer defraudación aduanera porque nunca realizó importaciones y que, al no ser un importador tampoco puede ser procesado por asociación ilícita ya que no es parte de la delincuencia organizada.
Además, Pérez Molina no pudo cometer el delito de cohecho pasivo porque no existen pruebas de que haya solicitado o pedido dinero de la red "La Línea". El abogado preguntó "¿dónde está el dinero?", que supuestamente obtuvo Pérez Molina de la corrupción aduanera, y pidió al juez que decrete la "falta de mérito" en la acusación contra el general retirado.
"Aunque la ciudadanía ya lo ha sentenciado, usted señor juez no puede ligar a proceso a Pérez Molina", enfatizó Calderón. En breves declaraciones a periodistas, el otro defensor del ex mandatario, Moisés Galindo, dijo que esperan que el próximo martes el juez resuelva conforme a derecho porque quedó demostrado que el expresidente "ni siquiera tuvo conocimiento de las actividades" de la organización.
El fiscal del Ministerio Público (MP-Fiscalía), José Morales, por su lado, pidió que el ex presidente sea ligado a proceso por existir "indicios racionales" de que cometió los delitos imputados. Morales basó su petición en escuchas telefónica que presentó como evidencias, en los que los integrantes de la red hacen referencia al "1", al "mero mero", que según el fiscal, es Pérez Molina.
La petición de la Fiscalía fue respaldada por la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), un ente de la ONU partícipe de la investigación y que actúa como querellante en el caso de "La Línea", que obligó a Pérez Molina a presentar su renuncia a la Presidencia ante el Congreso, que ayer la aceptó.
El nuevo gobernante de Guatemala es el hasta ayer vicepresidente Alejandro Maldonado, quien culminará el período que Pérez Molina, el 14 de enero de 2016. Por el caso "La Línea" se encuentran detenidas casi una treintena de personas, entre ellas Roxana Baldetti, que renunció en mayo pasado a la vicepresidencia y se encuentra en prisión preventiva.
El caso contra Pérez creó un clima de ebullición en la recta final de las elecciones del próximo domingo. Los guatemaltecos "indignados", que no cesaron de protestar pacíficamente cada semana desde que comenzaron las denuncias de corrupción en abril, reclaman un cambio del sistema político en los comicios.
Al frente de las encuestas electorales figuran tres aspirantes -de catorce postulados- con posibilidades de pasar a la segunda ronda el 25 de octubre si ninguno alcanza al menos 50% de los votos.
Una encuesta de la empresa ProDatos, publicada el jueves por el diario Prensa Libre, situó en primer lugar a Jimmy Morales, un comediante de 46 años postulado por el derechista Frente de Convergencia Nacional, con 25% de las preferencias.
Le siguen el abogado derechista Manuel Baldizón, 45, del partido Libertad Democrática Renovada, con 22.9% y la ex primera dama Sandra Torres, 59, de la socialdemócrata Unión Nacional de la Esperanza con 18.4%. Para muchos guatemaltecos, las elecciones de 2015 son diferentes a las que se hacen cada cuatro años porque la caída de Pérez marcó un antes y un después.
"Este es un periodo histórico que vive Guatemala. Es una crisis profunda nunca antes vista en el país. Jamás habíamos pensado que algunos poderes serían tocables", expresó en conferencia de prensa la líder indígena y Premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú. Otros advierten que la renuncia de Pérez no significa el fin de las estructuras que propician la corrupción en Guatemala.
"Tenemos que unir esfuerzos, Guatemala no puede bajar la guardia. El que hoy estén ante la justicia aquellos que hicieron actos de corrupción no quiere decir que la corrupción se haya acabado", dijo a periodistas Norma Cruz, directora de la social Fundación Sobrevivientes.
No obstante, el ex magistrado colombiano Iván Velásquez, jefe de la CICIG, dijo en una entrevista que "esta es la oportunidad más importante, probablemente la única, que tiene Guatemala de salir de este estado de corrupción".
Entre tanto, los guatemaltecos que desde abril han tomado las calles cada sábado para reclamar contra la corrupción, tienen previsto salir nuevamente a las calles este sábado, esta vez para conmemorar la renuncia de Pérez y recordar a los candidatos que no van a tolerar más desfalcos.