Los presidentes de Francia, Emmanuel Macron, y Alemania, Frank-Walter Steinmeier, se fusionaron hoy en un emocionado abrazo durante la inauguración del memorial sobre la Primera Guerra Mundial levantado en el monte Hartmannswillerkopf, cerca de la frontera alemana.
Macron y Steinmeier oficializaron la apertura del museo después de una ceremonia que culminó con un largo abrazo entre los dos junto a un monumento conmemorativo que data de los años 30 y sobre el que se habían posado flores.
Ambos dirigentes celebraron este acto en la víspera de la conmemoración de los 99 años del final de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), que enfrentó a los dos países como integrantes de las alianzas que combatieron.
En el monte Hartmannswillerkopf, conocido como "La montaña de la muerte" o "La devoradora de hombres", murieron unos 25 mil soldados franceses y alemanes entre diciembre de 1914 y enero de 1916.
Este emplazamiento "establece una memoria común, un deber de recuerdo y de la historia en común", dijo Macron.
El mandatario francés también fue cuestionado por un grupo de estudiantes franco-alemanes sobre la pujanza de la extrema derecha en Europa.
"El mejor antídoto contra la extrema derecha es la eficacia, la de reencontrar lo que cimenta nuestro proyecto y de construir una Europa ambiciosa, a la vez soberana, unida y democrática", respondió.
El museo está construido entre la frondosa vegetación del Hartmannswillerkopf y su exposición alberga fotografías, archivos y uniformes de la época, entre otros objetos.
En la montaña aún pueden encontrarse vestigios de la batalla, como trincheras hechas de sacos de arena o garitas del ejército alemán.
La cumbre del Hartmannswillerkopf, un lugar estratégico situado a casi mil metros de altura, es un símbolo de la rivalidad histórica entre ambos países, pues cambió de manos en varias ocasiones a lo largo de la historia.
AER